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MENSAJE DOMINGO 02/12/2018
Por el Hno. Gabriel. -
Introducción
Pues bien, hemos llegado al último capítulo de la carta a los filipenses, así que la intensión de esta meditación es finalizar con las enseñanzas y exhortaciones que se describen en el capítulo 4 de esta carta y poner énfasis en la forma en que debemos responder a estas verdades bíblicas.
Introducción y Contexto
Filipenses 4:1 Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estén así firmes en el Señor, amados.
Este primer versículo del capítulo 4 está directamente enlazado con lo que Pablo vino exponiendo en todo el capítulo 3, meditación impartida por nuestro hermano Santiago, en donde se expone una seria exhortación respecto del cuidado que deben tener los filipenses de los falsos maestros, conocidos como los judaizantes a los que Pablo llama también los “mutiladores del cuerpo”, los cuales centraban su vida religiosa en un austero legalismo guardando ritos y mandamientos caducos que ningún provecho les generaba delante de Dios, Pablo desacredita todo intento de agradar a Dios mediante obras humanas, teniendo por basura incluso toda aquella gran reputación que él mismo había logrado en la carne (lo cual lo hacia una persona sobresaliente), y esto “a fin de conocer a Cristo” y alcanzar asir aquello por lo cual fue asido por Cristo (Fil 3:12)… de esto se trataba la vida de Pablo, este era su único objetivo en la vida, “asirse de aquello para lo cual Cristo lo había asido a él” ésta era su meta, su carrera y la única razón de su permanencia en el mundo (satisfacer solo los propósitos de Dios), y a la verdad ésta debería ser también la razón de todo cristiano, en virtud de esto Pablo expresa;
Filipenses 3:17 Hermanos, sean imitadores de mí, y vean a los que así se conducen según el ejemplo que tienen en nosotros. 18 Porque por ahí andan muchos, de los cuales les dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo 19 el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza que sólo piensan en lo terrenal. 20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesús, el Cristo 21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, «para que sea» semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
Ser enemigo de la cruz de Cristo tiene que ver también en cierto modo (aplicación práctica) con el hecho de no querer morir al hombre terrenal lleno de metas y deseos mundanos, sino que persiguen egoístamente sus propios anhelos, su propia gloria, su propia vanidad ilusoria, y solo piensan en lo terrenal, sin embargo, para el cristiano autentico su verdadera ciudadanía está en los cielos lo cual indica que nuestro andar en el mundo es un corto peregrinaje hasta llegar a nuestro verdadero hogar celestial, en donde seremos trasformados en la semejanza del cuerpo de Cristo para morar eternamente con Él. Entonces, pensando en todo esto Pablo escribe en el versículo 1 del capítulo 4: Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estén así firmes en el Señor, amados…
¡Estén firmes pero firmes en el Señor! Esta es la exhortación importante aquí, y estar firmes tiene que ver con la capacidad de no fluctuar, no cambiar, no desviarse ni salirse del objetivo espiritual por más que las circunstancias temporales quieran doblegarnos, sino ser de un solo ánimo, el apóstol Santiago nos escribe que las personas de doble animo son inconstante en todos sus caminos (Stg 1:8), o sea, no permanecen firmes (emprenden algo pero en cuanto ven que se torna riesgoso lo dejan), pero nosotros debemos permanecer firmes en el Señor, y es una exhortación importante ya que es la segunda vez que se reporta en la misma carta; (Flp 1:27) Solamente que se comporten como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a verles, o que esté ausente, escuche de ustedes que están firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio… entonces lo primero que diremos de este pasaje es: Hermanos ¡Estemos firmes como soldados a quienes el Señor y General del ejército de los cielos nos confió el ser su Iglesia en estos últimos tiempos y horas de la batalla!... 1°Corintios 15:58 Así que, hermanos míos amados, estén firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que su [de ustedes] trabajo en el Señor no es en vano.
Un conflicto a resolver
2 Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor. 3 Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. 4 Regocíjense en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocíjense!
A partir del versículo 2 Pablo aborda una situación conflictiva entre dos mujeres dentro de la Iglesia de Filipo, y para que el apóstol se tome el trabajo de mencionarlo en esta carta luego de haber expuesto temas espirituales tan excelsos como “humillación y exaltación de Cristo” como también “para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia” es porque probablemente este conflicto entre Evodia y Sintique era algo no pequeño y necesitaba ser resuelto con urgencia (según el diccionario Strong Evodia deriva del vocablo Evodo que significa “buen camino” y Sintique derivado de sindijano que significa accidente, juntándolos a ambos nombres tenemos un accidente en el buen camino ¿curioso verdad?) y que de alguna manera amenazaba la unidad de la Iglesia, sin embargo, no se menciona la naturaleza del problema, pero podemos conjeturar que no se trataba de un conflicto doctrinal, ya que si así fuera Pablo lo hubiera abordado en esta carta marcando los errores y aclarando la doctrina correcta.
Podemos pensar que se trataba de cuestión de afinidad o carácter entre ambas, probablemente competencia entre una y otra para ver quién era mejor, quizás asunto de chisme… fuere lo que fuere era menester solucionarlo a fin de que no se produzca una división en la Iglesia.
Es evidente que tanto Evodia como Sintique eran mujeres reconocidas por su labor dentro de la Iglesia en Filipo, con cierta influencia quizás entre las demás hermanas, tanto que esto se estaba convirtiendo en dos bandos (el bando de Evodia o las evodianas y el bando de Sintique o las sintiqueanas), y también es muy probable que ambas hayan sido esposas de los ministros de la Iglesia o bien una de ellas de seguro lo era, ya que en el versículo 3 Pablo se dirige de forma directa a uno de los ministros en particular sin querer mencionar su nombre.
Esta situación o conflicto entre Evodia y Sintique en la Iglesia de Filipo era de conocimiento público, por esta razón Pablo de manera pública les exhorta a que solucionen dicho problema, no se detiene mucho en tratar este asunto, directamente con la autoridad espiritual de apóstol les exhorta y ordena que “sean de un mismo sentir en el Señor”, de un mismo pensamiento, y con esto se refiera a que sean objetivas en su labor, que dejen de perder el tiempo en diferencias personales y se enfoquen en servir a los santos así como alguna vez lo hicieron juntas incluso al lado de Pablo y Clemente y demás colaboradores. —Unidad, unidad, unidad, que necesario es en la familia de la fe— tan necesario que lo menciona en cuatro ocasiones; Filipenses 1:27 …escuche de ustedes que están firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, Filipenses 2:2 …sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Filipenses 3:16 «sigamos» una misma regla, sintamos una misma cosa Filipenses 4:2 sean de un mismo sentir… es obvio que unos de los temas principales de esta carta es la unidad de los hermanos en la Iglesia, y principalmente entre las mujeres.
¿Cómo aplica este texto o este párrafo a la Iglesia de hoy? Pues bien, aplica de muchas maneras, ya que el conflicto entre mujeres dentro de la Iglesia de hoy parece ser un denominador común, y fíjense que las diferencias entre las mujeres casi nunca son doctrinales, sino cuestiones ordinarias, que el peinado, que el velo, que la pollera, que la tintura, que el pantalón, que yo debería estar allí, que sus hijos, que mis hijos, que yo lo hago mejor, que mi esposo, que el esposo de ella, etc… ¡Hermanas! ¡Basta ya! Antes deberían regocijarse en el Señor siempre de que sus nombres ya están escritos en el libro de la vida, nuestra manera de convivir aquí debería ser objetiva en lo celestial, en lo eterno, sino no sabemos convivir aquí como podremos convivir una eternidad en los cielos, pues bien, ¡sean de un mismo pensamiento! Procuren la unidad, no es una competencia de quien hace mejor una cosa o la otra, no se debe servir esperando reconocimiento y admiración terrenal, la fuente de nuestro gozo no debe provenir de lo que hacemos o como lo hacemos sino de lo que Él ya hizo por nosotros; Filipenses 2:3 Nada hagan por contienda o por vanagloria antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo… Colosenses 3:23 Y todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres… Cuando los setenta discípulos que el Señor Jesús había enviado a predicar y sanar volvieron gozosos al Señor diciéndoles “Señor aún los demonios se nos sujetan en tu nombre” él les dijo: Lucas 10:20 Pero no se regocijen de que los espíritus se les sujetan (o sea, no se regocijen en lo que hacen o como lo hacen), sino regocíjense de que sus nombres están escritos en los cielos… o sea, que la fuente de su gozo no provenga de su labor, sino de la labor de Cristo por nosotros, lo cual será una fuente de regocijo constante.
¡Regocíjense en el Señor siempre!
Entonces, está claro el eje de los primeros 9 versículos del capítulo 4 (al margen de lo de Evodia y Sintique) es “regocíjense en el Señor siempre”, lo que implica que nada debería impedir nuestro constante gozo, porque las promesas del Señor son firmes y eternas frente a leves tribulaciones pasajeras. Tal como lo mencione en mensajes anteriores, hablar de buscar el gozo en medio de la tribulación o aflicción puede ser incomprendido para el hombre racional, sin embargo, hay un camino que conduce hacia allá y se trata de andar en el Espíritu, en una constante comunión íntima con el Señor, Pablo nos explica este asunto de manera práctica en los siguientes versículos:
5 Su [de ustedes] gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por nada estén afanosos, sino sean conocidas sus [de ustedes] peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus [de ustedes] corazones y sus [de ustedes] pensamientos en Cristo Jesús. 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto piensen. 9 Lo que aprendieron y recibieron y oyeron y vieron en mí, esto hagan y el Dios de paz estará con ustedes.
El regocijo en todo ser humano siempre ha sido fluctuante y momentáneo, y el factor que en todos los casos interrumpe y derrumba el gozo ha sido la preocupación; “pudieron haber disfrutado de cierta felicidad hasta que la preocupación se encargó de derrumbarlo todo” … pues bien, la vida cristiana no es una vida con ausencia de preocupación, pero tales preocupaciones se disipan rápidamente cuando las llevamos a los pies de nuestro Padre celestial por medio de la constante oración. El Señor Jesús dijo; En el mundo tendrán aflicción, pero confíen, yo he vencido al mundo (Jn 16:33). O sea, no somos robots indolentes que no padecemos preocupación frente a cierta circunstancia o tribulación — oye hermano se incendió tu casa y lo perdiste todo… ¿ha sí? qué bueno ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! — sino que existe cierta preocupación, pero esa preocupación es prontamente (por no decir inmediatamente) derribada por la paz que nos otorga el Señor…
Aquí el mandato es claro; “por nada estén preocupados o angustiados, sino hagan conocidas sus necesidades o preocupaciones delante de Dios por medio de la oración con acción de gracias” … Si un cristiano ha de mostrarse constantemente preocupado es indicio de que no ha estado en suficiente oración; 1°Pedro 5:7 echando toda su [de ustedes] ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de ustedes… Lucas 18:7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?… El resultado de la constante oración es primeramente paz, Pablo lo expresa de este modo; luego de haber puesto todas nuestras necesidades delante de Dios continua escribiendo; “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”, la paz de Cristo no es como la paz del mundo (Jn 14:27) la cual es frágil y circunstancial, sino que Él nos da su paz para que no tengamos temor alguno, y por más que la situación sea como un caliginoso día nublado que consterne a todos los hombres, de todos modos el cristiano tiene paz, y es una paz que sobrepasa el entendimiento humano, no necesitas entender esa paz, solo necesitas empoderarte de ella:
Mateo 6:31 No se preocupen [afanen], por lo tanto, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas pero su [de ustedes] Padre celestial sabe que tienen necesidad de todas estas cosas. 33 Mas busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
Recuerdo que era pequeño cuando mi papá se quedó sin trabajo, pero recuerdo que yo como hijo no cargue con ninguna preocupación, no pensé en “que vamos a comer o vestir o donde vivir” porque sabía que de esas cosas se ocuparía papá, yo como hijo solo debía confiar de que él lo solucionaría, pues bien, mi posición al día de hoy no ha cambiado porque sigo siendo hijo pero ahora de mi Padre Celestial, y no debo permanecer preocupado porque sé que Él se va a encargar de cada una de mis necesidades, pues es mi Padre… ahora, aclaro que esto no anula mis responsabilidades, tengo que proveer para mi familia, pero si anula mis preocupaciones, sé que él hará providencia diaria para que yo pueda sustentar a mi familia.
Isaías 26:3 Tú guardarás «en completa paz» a aquel cuyo pensamiento en ti persevera porque en ti ha confiado. 4 Confíen en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.
Regocijaos en el Señor siempre, y otra vez digo ¡Regocijaos!... una de las evidencias de una vida con paz y gozo es la gentileza; “la gentileza de ustedes sea conocida de todos los hombres”, entonces, el énfasis de este pasaje es que la vida cristiana cualquiera sea la circunstancia que nos toque atravesar debe ser una vida con gozo y regocijo en el Señor. Permítanme compartirles brevemente la historia de un cristiano llamado Horatio Spafford quien escribió un himno titulado “Estoy bien con mi Dios” el cual trascendió hasta el día de hoy porque fue un himno escrito después de varios acontecimientos traumáticos en la vida de él. El primero, la muerte de su único hijo varón en 1871, seguido de una mala operación financiera que evaporó una fuerte suma de dinero que había invertido. Meses más tarde, gran parte de sus bienes personales fueron consumidos por El Gran Fuego de Chicago de 1871 que le arruinó financieramente. Luego en 1873 decidió viajar a Europa con su familia en un trasatlántico con el objetivo de descansar y visitar a sus amistades en Inglaterra. Pero a último momento decidió enviar primero a su familia mientras él se demoraría en negocios relacionados con la solución a los problemas ocasionados por el gran incendio. Durante la travesía del Atlántico, el barco fue embestido por con el buque inglés y se hundió en apenas 12 minutos. Gran parte de los pasajeros y la tripulación del barco no pudieron salir del mismo y se ahogaron en las aguas del océano. Entre las víctimas fatales estaban las cuatro hijas de Spafford. Su esposa logró sobrevivir y llegar a la costa oeste de las islas británicas, en cuanto la esposa de Spafford llegó a Cardiff, en Gales desde allí le envió un telegrama a su esposo en donde escribió: “única salva, pero estoy bien tengo paz en mi ser, gloria a Dios” Spafford tomó el primer barco y viajó a encontrarse con su esposa. Se dice que, durante el viaje, el navío que conducía a Spafford atravesó el sitio exacto donde se había hundido el transatlántico en que viajaba su familia. El capitán le indicó a Spafford donde se hallaba el infortunado buque. Al caer en cuenta que allí era donde estaban sus hijas, El Señor le consoló con el mensaje recibido de su esposa. Spafford descendió a su camarote y con la imagen de la tragedia en su mente, escribió los versos que componen el precioso himno titulado “Estoy bien con mi Dios”; su primera estrofa dice así;
De paz inundada mi senda ya esté
O cúbrala un mar de aflicción,
Cualquiera que sea mi suerte, diré:
Estoy bien, tengo paz, ¡Gloria a Dios!
Última estrofa;
Mi fe tornarás en feliz realidad
Al irse la niebla veloz;
Desciende Jesús con su gran majestad,
¡Aleluya, estoy bien con mi Dios!
Como reflexión fue consolador para muchos hermanos que tuvieron que atravesar grandes tribulaciones, pues bien, este es básicamente el mensaje de Pablo en esta carta, tengamos gozo en medio de la aflicción, regocijémonos en el Señor siempre. Es obvio que escribirle a los filipenses que se les había concedido padecer por causa del nombre de Cristo no debe hacer sido algo alentador, sin embargo, también se les dice que tengan gozo y una paz que sobrepasa el entendimiento por medio de poner nuestras necesidades delante del Señor por medio de la oración, en otras palabras, ¿está preocupado? Entonces ore al Señor incansablemente…
Las preocupaciones suelen abarcar nuestros pensamientos, no obstante Pablo también nos escribió en Romanos 8:5 los que son de la carne piensan en las cosas de la carne y los que son del Espíritu en las cosas del Espíritu… y en el versículo 8 de esta carta nos dice piensen en esto; en todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, ocupemos nuestros pensamientos en estas cosas…
Dadiva de los filipenses
10 En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin han revivido su [de ustedes] cuidado de mí de lo cual también estaban solícitos, pero les faltaba la oportunidad. 11 No lo digo porque tenga escasez, puesto que he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. 14 Sin embargo, bien hicieron en participar conmigo en mi tribulación. 15 Y saben también ustedes, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino ustedes solos 16 puesto que aun a Tesalónica me enviaron una y otra vez para mis necesidades. 17 No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en su [de ustedes] cuenta. 18 Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviaron olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. 19 Mi Dios, por lo tanto, suplirá todo lo que les falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. 20 Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. 21 Saluden a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo les saludan. 22 Todos los santos les saludan, y especialmente los de la casa de César. 23 La gracia de nuestro Señor Jesús, el Cristo sea con todos ustedes. Amén. TR[Escrita de Roma con Epafrodito.]
Esta última porción de la carta trata exclusivamente de un agradecimiento departe de Pablo hacia los filipenses, quienes habían enviado por mano de Epafrodito una dadiva o colecta a Pablo para cubrir sus necesidades.
Pablo desea mostrar su gratitud hacia los filipenses, pero no por la dadiva en sí, sino porque con esta noble acción demostraban que espiritualmente no lo habían abandonado sino que seguían pensando en su cuidado en medio de su tribulación, y de este modo se hacían participantes de las tribulaciones de Pablo en Roma, eso era lo que más satisfacción le generaba a Pablo, el compañerismo de ellos, y Pablo desea mostrar su sincero agradecimiento marcando esta diferencia: “No lo digo porque tenga escasez, puesto que he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación”… de alguna manera les está diciendo; —gracias hermanos principalmente por su preocupación hacia mí persona, eso es lo que más me causa mayor satisfacción, ahora por la dadiva también les agradezco, pero la dadiva en sí no es el motor de mi agradecimiento, porque yo he aprendido a no estar al pendiente ni preocupado por mis necesidades físicas, porque he sido enseñado por Dios a contentarme cualquiera sea mi situación, tanto de padecer escases como tener abundancia, y todo esto no lo logro por mí mismo sino por medio de Cristo quien es el que me da las fuerzas para seguir sin desmayar—
Sin embargo, para que no parezca ingrato, también les agradece por la dadiva en sí, ya que por causa de ella ahora tenía abundancia y estaba completo en lo que a sus necesidades refería, y tal colecta, si bien era algo que se consumiría en Pablo, de todos modos la acción noble de un corazón compasivo y generoso por parte de los filipenses era un sacrificio de olor grato a Dios, así que por medio de esta acción noble y generosa (dadiva) causaban un efecto doble; ayudaban a un hermano necesitado mientras que también ofrecían a Dios un sacrificio de olor grato. Hebreos 13:16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no se olviden porque de tales sacrificios se agrada Dios.
El texto nos da a entender que habían sido muy desprendido para dar, al punto que habían quedado probablemente solo con lo justo (2°Co 8:1-3), por esta razón Pablo les escribe; “Mi Dios suplirá todo lo que les falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”...
Esto nos enseña de forma directa a participar de las necesidades los unos de los otros, estar al pendiente los unos de los otros, y por otro lado, aprender a contentarse en medio de la escases como también en medio de la abundancia. Si como cristianos nuestro contentamiento viene solo cuando tenemos dinero entonces nuestra alegría es producida por el dinero y no por Dios, y en tal caso Dios viene siendo solo un medio por el cual el dinero llega a mí y cuando no hay dinero, por más que este Dios, yo no tendré contentamiento porque mi contentamiento viene del dinero ¡cuidado! Pablo escribe yo he aprendido a estar contento en cualquier situación porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece… 2°Corintios 12:10 …por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Cristo es y debe ser siempre la fuente de mi contentamiento, si Él está por más que nada haya a mi alrededor entonces tengo todo lo que necesito, 2°Corintios 6:10 como entristecidos, mas siempre gozosos como pobres, mas enriqueciendo a muchos como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.
Hablar de padecer necesidad es algo que suele causar cierto temor en el cristiano, y es algo que quisiéramos evitar, no obstante, debemos saber que toda nuestra vida está en manos de Dios, Él ha trazado soberanamente cada valle de necesidad, y de seguro lo ha hecho pensando en hacernos un perfecto bien, “porque todas las cosas ayudan a bien a los que aman a Dios” (Ro 8:28), y tampoco nos ha de desamparar, porque tal como el salmista lo expresa:
Salmo 37:23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y él aprueba su camino. 24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, Porque Jehová sostiene su mano. 25 Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. 26 En todo tiempo tiene misericordia, y presta; Y su descendencia es para bendición.
Conclusión
Tres notables enseñanzas aprendemos de este último capítulo de filipenses, primero que como hermanos seamos necesariamente de un mismo sentir, lo cual sugiere que aprendamos a convivir y a servir de forma objetiva, segundo y principal Regocijarnos en el Señor siempre, no en el dinero, en el aguinaldo o aumento de sueldo sino en el Señor y siempre, porque si Él está conmigo entonces tengo todo y no tengo necesidad de nada más, y tercero aprender a contentarnos en cualquier situación por más difícil que esta parezca, porque todo lo podemos en Cristo que nos fortalece y si Él está con nosotros entonces ¿Quién contra nosotros? Romanos 8:35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?... 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Gracia y paz del Señor Jesús el Cristo. –
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