02 - PROCLAMANDO A CRISTO CRUCIFICADO

 


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MENSAJE DOMINGO 09/04/2017

Por el Hno. Gabriel.-


Romanos 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.

La predicación del evangelio es la única ciencia válida y eficaz que todo hombre debe concebir, porque tiene concentrado en su mensaje el poder de la salvación de Dios para los hombres. Pablo se encargar de exaltar “el Evangelio de la cruz” por encima de cualquier “ciencia humana”, y de esto se tratan los capítulos 2 y 3 de la primer carta a los Corintios, tema que vamos a desarrollar en esta meditación la que he titulado; “Proclamando a Cristo Crucificado”

Introducción y Contexto
1°Corintios 1:22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;
Para una ciudad como Corinto, basada en la filosofía humana desde el punto de vista lógico y racional que consideraba al hombre un ser capacitado y suficiente para alcanzar la perfección (sin olvidar que de los griegos se habían levantado las mentes brillantes de Sócrates, Platón y Aristóteles), oír la palabra de la cruz (1°Co 1:18) les parecía una insensatez (tontera), una locura, algo falto de lógica, algo irracional, sin embargo la predicación del evangelio es el “poder de Dios” para salvar a las personas de la condenación.
Por un lado, para los judíos el mensaje del evangelio era considerado algo débil en el sentido de que para ellos era inconcebible la idea de creer en un Mesías muerto, y muerto de manera humillante y vergonzosa por medio de una cruz romana (porque ellos esperaban un Mesías con la investidura de libertador y líder político que restaure la nación) y por esta razón la palabra de la cruz les era tropezadero, y por otro lado, para los griegos el evangelio les era una locura, algo torpe, una insensatez irracional (para ellos el mensaje carecía de lógica) (1°Co 1:23), no obstante tanto para judíos como para gentiles el único medio provisto para justificar al hombre y salvarlos de la ira de Dios es el Evangelio de la Cruz.
Los judíos necesitaban una señal para poder creer y los griegos un razonamiento lógico que justifique creer en la obra en la cruz (1°Co 1:22)sin embargo Pablo predica a “Jesús el Cristo crucificado” como “el Poder de Dios y la Sabiduría de Dios” (1°Co 1:24), porque no había señal más poderosa departe de Dios sino la resurrección de Jesús el Cristo de entre los muertos y su ascensión a los cielos (Mt 12:39), evento que fue atestiguado por más de quinientas personas que lo vieron, y no existía sabiduría más elevada sino aquella que tenía la habilidad o virtud de regenerar al hombre, transformarlo y justificarlo para con Dios y librarlo de toda condenación por medio de meritos ajenos.

Por medio de esta carta Pablo se va a encargar de mostrar (dicho de otro modo, los va a hacer razonar, tanto que les gustaba el razonamiento lógico) que la sabiduría del mundo por más elevada que parezca o por más sublime que los hombres la consideren al final su resultado es inútil porque no puede cambiar la condición corrupta y pecaminosa del hombre, mientras que la predicación del evangelio por mas insensata, irracional e ilógica que los hombres la consideren de todos modos es el único medio provisto por el cual los hombres van a ser justificados y salvos de la ira de Dios. De modo que lo que los griegos consideran insensato de Dios es más sabio que todos los hombres, y lo que los judíos consideran débil de Dios es más fuerte y poderoso que todos los hombres (1°Co 1:25).

Por otro lado, a pesar de que la sabiduría del mundo resultó inútil para justificar al hombre delante de Dios de todos modos Dios decidió escoger a los más débiles y despreciables de los hombres para avergonzar a los sabios y también para que nadie se jacte en su presencia considerando que lo había alcanzado por meritos propios, sino que tengamos bien presente que fuimos escogidos por medio de la gracia de Cristo y nada más, y por medio de Él alcanzamos sabiduría de lo alto, por medio de Él fuimos justificados, por medio de Él fuimos santificados y por medio de Él fuimos redimidos, para que nuestra única jactancia sea siempre en Cristo y en nadie más… para que, como está escrito; el que se gloría, gloríese en el Señor (1°Co 1:31).

Proclamando a Cristo crucificado
1°Corintios 2:1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesús Cristo, y a éste crucificado3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; 4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

En virtud de todo el contexto expuesto anteriormente, Pablo nuevamente afirma por medio de estas palabras que su postura al momento de predicar el evangelio a los Corintios no fue demostrar conocimientos que compitan con la sabiduría mundana, sino mostrar el evangelio como la única verdad absoluta y superior a todas las ciencias humanas, es como si estuviera diciéndoles; –yo no necesito demostrar otro conocimiento porque todo fuera del evangelio por más ilustre o prestigioso que parezca al final es vano, es inútil, porque toda filosofía mundana no va a revertir la condición corrupta del hombre, no los puede salvar (sea astronauta, científico de la NASA, pensador o filosofo), solo hay una verdad absoluta que tiene este efecto y es el mensaje que predico, el mensaje de la cruz que presenta a Jesús el Cristo y éste crucificado, poder de Dios y sabiduría de Dios, y no me interesa hablar otra cosa, saber otra ciencia fuera de esta verdad es inservible, no tiene ningún beneficio sino solo muerte–
Por otro lado Pablo también aclara que aun su postura no fue como la de un hombre erudito y refinado, sino con debilidad, con temor y temblor, dicho de otro modo no se presento como un súper hombre lleno de virtudes humanas, y esto a fin de que no lo siguieran a él como un personaje o figura importante, sin embargo su mensaje no estaba fundado en debilidad sino en el poder de Dios que opera por medio de su Espíritu, a fin de que los hombres se conviertan en seguidores de Cristo por medio de la fe, en ese tiempo era costumbre que los hombres se conviertan en seguidores de hombres, de ahí las divisiones en la iglesia de que unos decían ser de Pablo, otros de Apolo, otros de Cefas, etc.
Cuantos ministros de hoy desesperadamente quieren convertirse en una figura pública y captar seguidores pero no de Cristo sino de su persona, y utilizan el mensaje del evangelio como medio para promocionarse ellos mismos, cuán lejos están del verdadero carácter de hombre espiritual, estos ignoran que son simples vasos de barro y que la excelencia y poder de Dios está en el mensaje del evangelio, Pablo nos da un gran ejemplo en este sentido; 2°Co 4:7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros…
Me cautiva esta expresión; “Me propuse no saber entre ustedes otra ciencia sino solamente a Jesús Cristo y a éste crucificado”, cuanto nos hace falta este carácter hoy…

6 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 7 Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. 9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.

Los inmaduros o los naturales no pueden ver el evangelio como una ciencia absoluta, pero para los que han alcanzado madurez el evangelio es sabiduría (para nosotros el evangelio es la sabiduría de Dios), y sabiduría no de este tiempo o de este mundo (a eso se refiere la palabra siglo), sino sabiduría de Dios, sabiduría que estaba oculta para los hombres, y en este sentido la palabra “oculta” se refiere a que era una sabiduría inalcanzable para el hombre, no se obtendría por merito humano, la única manera de que los hombres alcancen la sabiduría de Dios es que Él mismo se las revele en su debido tiempo, de otro modo no podrían alcanzarla, ni siquiera los príncipes o los más sabios de este mundo pudieron discernirla, de lo contrario no habrían crucificado al Señor Jesús.

Al ser sabiduría de Dios se trata de una sabiduría espiritual que no se percibe con los sentidos humanos como ver u oír o con el razonamiento lógico, sino solo por medio de la revelación de Dios, por esta razón Pablo cita al profeta Isaías diciendo; Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, nuevamente; la única manera en que los hombres alcancen la sabiduría de Dios es por medio que Él mismo se las revele por medio de su Espíritu Santo.

10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

Es el Espíritu Santo quien nos revela el conocimiento de quien es Dios. Como Dios es inaccesible la única manera en que el hombre conozca a Dios es que Dios venga al hombre por medio de su Espíritu y nos revele como es Dios y cómo piensa, es algo intimo entre Dios y el hombre, del mismo modo que en el hombre el único que puede revelar lo mas intimo de los deseos y pensamientos es el espíritu del hombre, así también el Espíritu Santo nos revela quien es Dios por medio de la sabiduría de lo alto.

 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

Aquí el pronombre “nosotros” del verso 10 y 12 se refiere a Pablo y probablemente a los demás apóstoles (luego tendrá su aplicación general), en este sentido Pablo escribe que ellos (los apóstoles y demás servidores) tenían el encargo de esparcir la verdad del evangelio por medio de la predicación, pero sus palabras no eran producto de sus propias ideas o conclusiones que sacaban respecto de quien era Dios, sino Pablo está diciendo que hablaron cada palabra por inspiración divina, ellos predicaban la verdad de Dios por revelación divina, y de esa misma manera también escribieron la doctrina que hoy sostiene a la Iglesia en la verdad de Cristo, por esta razón Pablo escribe; lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual… dicho de otro modo; hablamos las verdades espirituales con palabras espirituales dictadas por el Espíritu Santo.

Al ser un lenguaje inspirado por el Espíritu (espiritual) es obvio que el hombre natural, que no posee el Espíritu Santo, jamás va a entender la verdad del evangelio (porque solo se pueden comprender por medio del Espíritu Santo), y de acuerdos a sus capacidades y razonamiento humano su conclusión siempre será que el evangelio es una insensatez, una locura, y jamás va a comprender al hombre espiritual, sin embargo el hombre espiritual puede comprender al hombre natural y puede incluso juzgar (examinar) tanto las cosas terrenales como las espirituales, pero el hombre natural solo está limitado a lo terrenal y jamás podrá juzgar (examinar) al espiritual, porque su mente es terrenal, mas la mente de los cristianos es la mente de Cristo (Lc 24:45)En este sentido los naturales no podrán nunca aconsejar o instruir a los cristianos, porque sería tratar de instruir a quienes tienen la mente de Dios, pero los cristianos si podrán instruir a los mundanos, porque tenemos la sabiduría de lo alto, su manera de pensar. Dicho de otra manera, un cristiano jamás debería dejarse aconsejar por un hombre secular, por más sofisticado que sea el pensamiento de quien lo instruye.

Si hacemos un resumen del capítulo 2 observamos que; primeramente Dios se “reveló” a los hombres, luego “inspiro” a los hombres para que expandiesen esta revelación, y finalmente “iluminó” a los hombres que oyeron el mensaje para que comprendiesen esta verdad, de este modo Él es glorificado y el hombre no tiene razón de jactancia sino solamente en Cristo.

Edificando sobre el Fundamento
1°Corintios 3:1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? 5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. 9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.

Luego que Pablo ha expuesto en el capítulo 2 el contraste que existe entre la sabiduría de Dios y la sabiduría del mundo, el beneficio de una y la ineficacia de la otra, y también la abismal diferencia que existe entre el hombre espiritual y el hombre natural, se dirige a los corintios pero tratándolos como inmaduros, como a carnales, personas que actúan en virtud de su carne, y a pesar del conocimiento de Dios y de los dones que habían recibido (cosa que Pablo se los reconoce al principio de la carta 1°Co 1:5-7) de todos modos eran cristianos inmaduros, y esto lo evidenciaban por las actitudes que infantiles que tenían, esos celos tontos y demás divisiones que hacían entre ellos marcando diferencias y facciones partidarias para ver qué grupo era más importante que otro; unos decían que eran de Pablo, otros de Apolo, y tal actitud no era otra cosa sino inmadurez a la vista, era la evidencia de que aun eran carnales, no estaban actuando con el Espíritu Santo sino con la carne, porque no se daban cuenta o no discernían que tanto Pablo, como Apolo, Cefas y demás servidores eran solamente hombres, y no tenía ningún sentido identificarse con los hombres, porque solo eran instrumentos de Dios, colaboradores en el campo que Dios estaba cultivando, dicho de otro modo Pablo, Apolo y Cefas no eran los actores principales, eran los peones que trabajaban en el campo de Dios, y los corintios infantilmente querían identificarse con los peones en vez de identificarse con el dueño del campo. Pablo les está diciendo; hay un solo actor importante aquí y es Cristo, y al único que tiene que ver es a Cristo, todo lo demás es barro.

10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesús Cristo. 12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

Pablo, en lo particular, identifica cual es su tarea específica en la obra de Cristo, el dice de sí mismo;  –yo fui enviado a poner el fundamento, esa es mi especialidad, el fundamento doctrinal de las Iglesias en Asia menor, Macedonia y Grecia– y ese fundamento es Cristo, y nadie puede cambiarlo, y todos los demás obreros que vengan después de mi (pastores y maestros) deben construir sobre el fundamento que ya está puesto.
Ahora, refiriéndose a los que continúan edificando la iglesia, en este caso los pastores, maestros y colaboradores, Pablo va a advertirles que vean como edifican, y utiliza de una analogía para ilustrar su exhortación diciendo; la enseñanza de algunos puede ser como oro, plata y demás piedras preciosas, porque es enseñanza buena, como un tesoro de gran valor para la iglesia, sin embargo hay otros que negligentemente buscan edificar con heno (hierbas), con hojarasca (paja, tamo) enseñanzas sin valor suficiente para el crecimiento de la iglesia, puede que tenga apariencia de buena, pero al final es débil y perecedero.
Pero todo esto se hará manifiesto el día que tengamos que dar cuenta delante de Dios (el dueño del campo) (2°Co 5:10), porque será Él quien en ultimo termino se encargará de exhibir el resultado de esas obras, las probará con fuego, y la obra que permanezca será recompensada. En este caso el que edifico con oro, plata y demás piedras preciosas recibirá recompensa porque su obra no se consumirá, pero aquellos que edificaron con heno y hojarasca sufrirán pérdidas porque su obra se consumirá en el fuego hasta no quedar nada, será una pérdida lamentable, porque tales obreros habrán desperdiciado sus vidas en un servicio infructuoso y no recibirán nada, pero de todos modos se salvarán aunque sus obras se hayan consumido en el fuego ellos serán salvos porque la salvación es por gracia y no por obras, solo perderán la recompensa que de seguro será algo triste y lamentable para un obrero que habiendo trabajado tanto esperaba obtener un salario, pero como su trabajo estuvo mal hecho entonces no recibió nada.

16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.

En el sentido en el que ya viene hablando, Pablo hace un llamado de atención a los pastores,  maestros y demás colaboradores recordándoles que la asamblea en la cual están trabajando y enseñando es “el Templo de Dios” (en este caso la palabra templo se refiere a toda la asamblea, aunque en otros pasajes se refiere a cada cristiano en particular), de modo que cualquiera que trabaje inadecuadamente y que en vez de construir destruya la iglesia tenga por seguro que Dios le destruirá a él. Esta exhortación nos muestra el grado de seriedad y responsabilidad que recae sobre los pastores y maestros de una iglesia, y cualquier mal enseñanza que destruya el edificio de Dios será vengado por Él personalmente.

18 Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio19 Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. 20 Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.

Probablemente había en la iglesia de Corinto algunos maestros que aun querían apoyarse en la sabiduría de los hombres y fusionarla con el evangelio de Cristo para obtener una posición jerárquica entre los hermanos, y esta es la razón por la cual Pablo exhorta a que todos aquellos que aun confían en la sabiduría del mundo bueno les es hacerse ignorante y comenzar de cero para poder conocer a Dios por medio de la sabiduría de Dios, y nuevamente declara que la sabiduría humana no sirve para salvar al hombre ni tampoco para diseñar un plan de salvación a favor de los hombres, ni mucho menos para edificar la iglesia.
Realmente la sabiduría del mundo es insensatez en la iglesia, y los pensamientos más alto de los hombres más eruditos del mundo siguen siendo vanos y sin sentido porque no salvan a los hombres, de que le sirve al hombre alcanzar un conocimiento profundo y alto de acuerdo a lo terrenal si al final se pierde en el infierno, no tiene sentido, es mejor elección correr a Dios toda la vida.
Sin embargo que lamentable es ver como las iglesias de hoy han abandonado a Dios para correr tras la ciencia del mundo, y eso traen a las iglesias, mezclan lo secular con lo espiritual para retener a las personas o atraer más, traen psicólogos a la iglesia, terapeutas, expertos en retorica u oratoria mundana, ginecólogos para las reuniones de matrimonio, en fin, tantas cosas aberrantes que se ven hoy por hoy, sin embargo Pablo escribe; los pensamientos de los sabios son vanos, y en este sentido el profeta Isaías escribe; Is 55:9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

21 Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: 22 sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, 23 y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

Por tanto no busquen gloriarse (sentirse orgulloso) en los hombres en ningún sentido, ni siquiera en los colaboradores de Dios, porque son simples sirvientes que trabajan para la iglesia en su formación y no para su división, y la asamblea no es de los colaboradores para que se dividan entre fulano y mengano, sino los colaboradores son de la iglesia, y no solo ellos, a la verdad en el sentido más amplio todo vendrá a ser de la iglesia, el mundo, la vida, la muerte (conquistada) todo será para la Iglesia, por lo tanto todos son de Cristo y Cristo de Dios y punto, basta de infantilismo.

Conclusión
Me propuse no saber otra cosa sino a Jesús Cristo y este crucificado, realmente me cautiva la expresión, hasta me parece determinante para todo cristiano, en el sentido de que no sería tolerable que un cristiano vaya en busca de otro conocimiento sin haber conocido la ciencia del evangelio, y no me refiero a la historia de lo que paso en la cruz, sino a la compresión de la obra expiatoria de Cristo con todas sus implicancias practicas y espirituales para su vida, a fin de tener la habilidad de poder presentar el evangelio cuando Dios se lo ordene pero sin dejar ningún cabo suelto, y poder refutar con la ciencia del evangelio cualquier ciencia de los hombres y avergonzarlos.
Y también, jamás debe el cristiano traer ciencia del mundo para entreverar con la ciencia de Dios, hay un abismo entre la ciencia del mundo y la ciencia de Dios, la del mundo es limitada a los sentidos del hombre (es finita), la de Dios es ilimitada (infinita), por tanto Dios no precisa de la ciencia de los hombres para obrar en su iglesia, hasta me atrevo a pensar que es anatema hacer tal cosa. Cristo es suficiente para su iglesia y no se necesita más nada. Debemos priorizar nuestros conocimientos y poder llegar a decir lo de Pablo y proclamarlo; me propuse no saber otra cosa sino a Jesús Cristo y a este crucificado…


La paz del Señor Jesús el Cristo.-

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