MENSAJE SÁBADO 13/10/2018
Por el Hno. Gabriel. -
Introducción
Tengo la necesidad y la carga de hablarles en esta noche de algo que es imperioso para sus propias vidas cristianas, de algo que si no lo dijéramos una y otra vez corremos el riesgo de deslizarnos y terminar perdidos sin Cristo luego de haber degustado de su gracia y misericordia. Necesito hablarles de la responsabilidad que tenemos como cristiano, de las implicaciones de cargar la verdad de Cristo sobre nosotros en este polvoriento mundo, tenemos que entender que conocer la verdad de Cristo nos hace inmediatamente responsables de su administración. En otras palabras, ¿Qué estás haciendo con la verdad de Cristo? ¿Cómo estas administrando esa verdad? ¿Has enterrado esa verdad o has hecho producir frutos a esa verdad?
1°Corintios 4:1 Así, por lo tanto, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. 2 «Ahora bien,» se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.
Una mayordomía de la que daremos cuenta
“Administradores de los misterios de Dios”, y ¿Qué es ser administrador de los misterios de Dios? Pues bien, aquí el término usado para “administrador” es la traducción del vocablo griego “oikonómos” que significa también “mayordomo”, y esta palabra nos va a permitir tener una mejor interpretación del texto, porque la mayordomía de aquel tiempo consistía en la administración de ciertos bienes (campo, casa, animales, dinero, etc.) que el amo le confiaba al siervo para que éste los administre y los haga producir con la obligación de dar cuenta de dicha mayordomía a su debido tiempo a fin de ver si su administración de los bienes ajenos fue productiva o perjudicial para el amo, si fue un mayordomo fiel o fue un mayordomo infiel, si fue un siervo diligente y responsable con los bienes ajenos o fue un siervo negligente, disipador y descuidado.
Pues bien, tenemos que saber que, de una u otra manera, en gran escala o en pequeña escala cada uno de nosotros desde el momento que conocimos y entendimos la verdad de Cristo somos administradores de esa verdad, Dios nos confió su verdad como una perla preciosa la cual debemos administrar y hacer que produzca ganancias, primeramente, en nuestras propias vidas y luego en el entorno que nos rodea. Entonces, lo primero que debemos entender es que ser cristianos nos hace responsable de conocer una verdad que otros no conocen. Por ejemplo; si tú te enteraras que el agua potable de tu barrio ha sido contaminada con un veneno mortal que lentamente va matando a los niños del barrio, pero tú decides callar esa verdad y no declarárselo a nadie, ¿Qué piensas que harían contigo los vecinos si luego de haber enterrado a sus hijos envenenados por esa agua se enterasen luego que tu sabías esa verdad y no fuiste capaz de avisarles y alertarles? Probablemente te lincharían, y si decidieran denunciarte a la justicia aun para la justicia tu serias cómplice homicidio, de una u otra manera no estarías exento de culpabilidad, para la justicia de los hombres no quedarías impune sino que serías culpable de no haber administrado de forma correcta esa información vital para la vida de otras personas.
Déjame decirte que efectivamente tú conoces una verdad que es vital para la vida de otras personas, y ten por seguro que vas a rendir cuenta delante del Juez Justo de cómo has administrado esa verdad, dependiendo de la fidelidad de tu mayordomía serás premiado o sentenciado. Y no importa cuántas virtudes hayas tenido para proclamar esa verdad, si se te concedió mucho o poco, aunque se te haya concedido lo mínimo, por ese mínimo darás cuenta a fin de ver si fuiste fiel o infiel con lo que se te otorgo. Hay una historia muy particular registrada en el libro de los reyes que se dio en el tiempo del profeta Eliseo, en donde el ejército de Siria había sitiado a Samaria y por causa del sitio los israelitas estaban muriendo de hambre, y los leprosos a quienes no se les permitía vivir en la ciudad por causa del hambre estaban a las puertas de la ciudad esperando que alguien les alimente, y había allí en las puertas de la ciudad cuatro leprosos que decidieron probar suerte yendo al campamento enemigo a ver si por la misericordia de ellos (los sirios) se les concedía la vida y el ser alimentados, sin saber que Dios la noche anterior tan solo por su poder había puesto gran temor en el ejecito Sirio y los había ahuyentado con ruido de carros y gente de a caballo como un gran ejército en multitud que arremetería contra los sirios, tal fue el temor y espanto que sobrecogió al enemigo que huyeron apresuradamente por sus vidas abandonando todas las tiendas de su propio campamento con todas sus pertenencias y demás enseres que tenían, y cuando llegaron los leprosos se dieron con todo el botín que había quedado prácticamente para ellos:
2°Reyes 7:8 Cuando los leprosos llegaron a la entrada del campamento, entraron en una tienda y comieron y bebieron, y tomaron de allí plata y oro y vestidos, y fueron y lo escondieron; y vueltos, entraron en otra tienda, y de allí también tomaron, y fueron y lo escondieron. 9 Luego se dijeron el uno al otro: No estamos haciendo bien. Hoy es día de buena nueva (evangelizar), y nosotros callamos; y si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzará nuestra maldad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva en casa del rey. 10 Vinieron, pues, y gritaron a los guardas de la puerta de la ciudad, y les declararon, diciendo: Nosotros fuimos al campamento de los sirios, y he aquí que no había allí nadie, ni voz de hombre, sino caballos atados, asnos también atados, y el campamento intacto.
¡No entierres la verdad!
¡Eran leprosos! a los cuales Dios les había confiado una verdad, de repente estos cuatro hombres despreciados que no se les permitía ni siquiera entrar en la ciudad eran portadores de una noticia vital para el resto de las personas, y por supuesto eran responsables por esa noticia, ellos lo sabían, y en principio decidieron enterrar esa verdad, ocular esos tesoros, pero luego se dijeron a sí mismos —no estamos haciendo bien, éste es un excelente mensaje, esta es una verdad vital que no podemos ni debemos ocultar, si lo ocultamos nos alcanzará la justicia y nos matará, no tenemos otra opción más que proclamarlo—
—¡pero somos leprosos!, ni siquiera podemos hablar bien, apestamos, no tenemos virtudes ¿Quién nos va a creer?
—no importa, somos responsables de esta verdad, y no tenemos más opción que anunciarla.
¡Eran leprosos! de los cuales Dios se había valido para proclamar una verdad, esa fue quizás la única tarea que Dios les confió en toda su vida, pero decidieron administrarla de la mejor manera, su mayordomía consistía simplemente en administrar tan solo esa verdad que Dios les había declarado… esto nos enseña que; No importa cuánto te hayan confiado, sino ¡Que estás haciendo con lo que se te confió!
Si estos cuatro leprosos hubiesen decidido enterrar el tesoro y demás enseres de valor y no anunciar esta verdad al pueblo y luego el rey Joram se hubiese enterado de esto ¿Qué piensan que habría sucedido con ellos? Seguramente los hubiera aniquilado… ¡Hermanos! tienen que entender que ustedes son figurativamente esos leprosos que se les ha descubierto una verdad, han descubierto una perla de gran precio que es el evangelio mismo y ¿Cómo la están administrando esta verdad? Probablemente alguno por equivocación decidió enterrarla, pero tienen que desenterrarla inmediatamente porque de lo contrario les alcanzará el infortunio, ¡Hermanos! ¡Hay almas detrás de ustedes que necesitan conocer esa verdad! ¡están esperando esa noticia! están esperando para beber de la fuente de Agua Viva, están hambrientos y deseos por comer tan solo un bocado del Pan de Vida, ¿y que estás haciendo tú con esa verdad que se te confió? De alguna manera tu eres como ese leproso que tan solo por la misericordia de Dios se te permitió entrar en el campamento, pero no para que entierres la verdad, sino para que la proclames.
Mateo 25:14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus esclavos y les entregó sus bienes. 15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad y luego se fue lejos. 16 Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. 17 Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. 18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. 19 Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos esclavos, y arregló cuentas con ellos. 20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. 21 Y su señor le dijo: Bien, buen esclavo y fiel sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré entra en el gozo de tu señor. 22 Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. 23 Su señor le dijo: Bien, buen esclavo y fiel sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré entra en el gozo de tu señor. 24 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste 25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra aquí tienes lo que es tuyo. 26 Respondiendo su señor, le dijo: Esclavo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. 28 Quítenle, por lo tanto, el talento, y denlo al que tiene diez talentos. 29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 30 Y al esclavo inútil échenle en las tinieblas de afuera allí será el lloro y el crujir de dientes.
No importa cuánto nos haya confiado el Señor, sino cómo estamos administrando lo que se nos confió. Probablemente seamos como aquellos cuatro leprosos, los cuales eran personas despreciables, sin virtudes, sin presencia, sin elocuencia, pero portadores de una verdad absoluta, ¿¡Y que estamos haciendo con esa verdad!? ¿Enterrándola? ¡NO! No estaríamos haciendo bien, es día de buena nueva, y lo que nos confió el Señor debe ser multiplicado, debe ser expandido, el punto de la parábola no es porque tengo solo un talento, sino ¡que estás haciendo con ese único talento que por misericordia y gracia se te concedió!
Piense por un momento ¿Que haría Ud. con un empleado que en vez de hacer producir sus cosechas las despilfarra?, seguramente lo hecha si es que no lo mete preso antes, pues bien, ¿Qué tendría que hacer Dios con Ud. si luego de haberle confiado su verdad Ud. la ha enterrado?
La preparación para una buena administración
1°Pedro 4:10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesús, el Cristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Ser un buen mayordomo de los bienes de Cristo requiere de nuestra preparación, es triste ver como algunos cristianos llevan años en la Iglesia y han estado simplemente jugando con Cristo, han enterrado la verdad y siguen pegados aun a un pecado oculto, y es porque no se han sumergido en la verdad de Cristo, no han entendido el valor de la perla preciosa de gran precio (Mt 13:45-46), y es porque están ociosos, negligentes, perezosos, no se están preparando, no se están sumergiendo en la verdad de Cristo, no están indagando en sus profundidades, David escribe en el Salmo 27:4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
Entonces, es nuestro trabajo sumergirnos en Cristo a fin de contemplar tan solo por su gracia la silueta de su hermosura, el contorno de su majestuosidad, Él es infinitamente valioso e irresistiblemente hermoso (lo dice el salmo), y fuera de Él nada tiene valor y sentido, porque Él es el centro de todo el universo, Cristo es la gracia de todo lo creado, es lo que le da vida y hermosura a todo lo que existe, todo el universo gira entorno a Él contemplando su hermosura de día en día… y a nosotros, esclavos débiles y leprosos, se nos concede la esperanza de la promesa de ser coherederos de Él para estar con Él por toda la eternidad, lo cual nos convierte en las criaturas más bienaventuradas de toda la creación, cuantos quisieran estar en nuestro lugar, sin embargo no hemos entendido las implicancias de conocer la preciosa verdad de Cristo y ser buenos administradores de ella.
Mateo 13:45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, 46 que, habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
Es trabajo del cristiano buscar e indagar hasta descubrir el valor precioso de Cristo, debemos sumergirnos en la lectura y en la meditación de su palabra, y en la constante oración y por medio de ella alcanzar a entender algo de su grandeza, de su majestuosidad, de su poder, de su justicia:
Job 26:5 Las sombras tiemblan en lo profundo, Los mares y cuanto en ellos mora. 6 El Seol está descubierto delante de él, y el Abadón no tiene cobertura. 7 El extiende el norte sobre vacío, Cuelga la tierra sobre nada. 8 Ata las aguas en sus nubes, Y las nubes no se rompen debajo de ellas. 9 El encubre la superficie [faz] de su trono, Y sobre él extiende su nube. 10 Puso límite a la superficie de las aguas, Hasta el fin de la luz y las tinieblas. 11 Las columnas del cielo tiemblan, Y se espantan a su reprensión. 12 El agita el mar con su poder, Y con su entendimiento hiere la arrogancia suya. 13 Su espíritu adornó los cielos Su mano creó la serpiente tortuosa. 14 He aquí, estas cosas son sólo los bordes de sus caminos ¡Y cuán leve es el susurro que hemos oído de él! Pero el trueno de su poder, ¿quién lo puede comprender?
Tal descripción que hace Job del poder de Dios es deslumbrante, sin embargo, todo ese majestuoso despliegue del poder de Dios que él conoce es tan solo el borde de los caminos de Dios, tan impresionante conocimiento es tan solo el susurro que escucho de Él, y pregunta: —pero su poder en potencia, el trueno de su poder, el despliegue máximo de su poder, ¿quién lo puede comprender?— Si Job con toda su integridad y sabiduría se atreve a decir que tan solo conoce el susurro de quien es Dios ¿Qué conoces tu entonces de Dios? —Probablemente tan solo el vestigio del rastro de su sombra—
Sin embargo, tenemos que saber, que Dios nos ha concedido conocerle a Él más de lo que este hombre Job pudo conocer al Altísimo, porque por medio de Cristo aquel Dios Altísimo se nos manifestó, Cristo es la imagen del Dios Invisible que Jonb describe (Col 1:14), Él el resplandor de la Gloria de Dios y la imagen misma de su sustancia (He 1:3), refiriéndose al Cristo Juan nos escribe — y vimos su Gloria, gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad— (Jn 1:14) por tanto todo cristiano que verdaderamente conoce verdaderamente a Cristo podría decir que conoce más que los bordes sus caminos, oyó más que tan solo el susurro de Él, porque en Cristo conocemos la Gloria de Dios, degustamos de la imagen misma de su sustancia, entendemos más allá que el contorno de su majestad porque Cristo es Dios manifestado en carne (1°Ti 3:16), — Y de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.— (Jn 1:16). A Dios nadie le vio jamás el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. (Jn 1:18).
Como cristianos somos las criaturas más afortunadas de poder conocer la plenitud de Dios porque en Cristo habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad (Col 2:9), es nuestra exclusiva responsabilidad acercarnos a Dios, sumergirnos en Él y prepararnos en virtud de ser buenos administradores de tan sublime y absoluta verdad.
Dar razón de nuestras Fe
1°Pedro 3:15 sino santifiquen a Dios el Señor en sus [de ustedes] corazones, y estén siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que les demande razón de la esperanza que hay en ustedes
¡Estén siempre preparados!, y aquí el concepto de preparados tiene que ver con “listos”, y estar listos implica que hemos estado entrenando para dar razón de la esperanza que hay en nosotros. En otras palabras, la vida cristiana es un cuartel en el cual somos reclutados para ser entrenados y ejercitados para luego salir a combatir para la gloria de Cristo… 2°Timoteo 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
Es nuestro deber coronar con gloria aquella cabeza que por causa tuya fue coronada de espinas, lo mínimo que podríamos hacer es rendir nuestras débiles vidas a Cristo para que Él sea glorificado, ¡Él es digo! ¡El Cordero que fue inmolado por ti y por mí es Digno de que le rindas tú vida para que Él sea magnificado y glorificado! Seamos por lo tanto buenos administradores de tan preciosa perla que se nos ha confiado, a nosotros, hombres y mujeres probablemente leprosos, pero con una “buena nueva”, con una extraordinaria verdad que debe ser bien administrada, por lo tanto, como Pablo les escribe a los romanos: Romanos 12:11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes (activo, eficaz) en espíritu, sirviendo al Señor;
“No perezosos, sino fervientes”, apasionados, fervorosos, no es para menos, el Señor de todo el universo creado no solo nos ha revelado la verdad, sino que nos ha confiado la administración de ella, somos mayordomos de sus bienes celestiales, la verdad no es nuestra, la verdad es de Cristo y Cristo es la verdad. Ahora como buenos esclavos administradores se espera que no enterremos ni ocultemos esa verdad, antes por el contrario, debes desenterrar tu talento y ponerte a trabajar y hacer que produzca, en nuestra cita inicial Pablo escribe; 1°Corintios 4:2 «Ahora bien,» se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.
¿Qué espera el Señor Jesús de cada uno de nosotros? Lealtad, que seamos fieles administradores, fieles mayordomos al momento que nos pida cuenta de aquello mucho o poco que Él nos ha confiado. No esperes encontrar lealtad o fidelidad por ti mismo, corre primeramente a Dios para que Él te haga apto para administrar prudentemente los bienes espirituales que puso en tus manos, no se trata de tu competencia según la carne sino de la aptitud que Dios da a aquellos que solo buscan hacer su voluntad.
Hebreos 13:20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor «Jesús, el Cristo,» el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21 les haga aptos (capacite) en toda obra buena para que hagan su voluntad, haciendo él en ustedes lo que es agradable delante de él por Jesús, el Cristo al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Conclusión
No importa que cantidad de dones o virtudes te haya dado Dios, sino que es lo que estás haciendo con ella, ser cristiano ya te hace responsable de una verdad, no puedes ocultarte, y algún día tarde o temprano estaremos presentes delante de Dios para dar cuenta de aquello que Él nos ha confiado, entonces se pronunciara tu nombre y tu tendrás que rendirle cuenta de tu mayordomía, si has enterrado sus bienes estarás en graves problemas pero si has hecho producir esos bienes entonces serás galardonado. Hermanos míos, no estoy diciéndoles esto para asustarlos, sino para exhortarlos a que no pierdan tiempo, créanme que aún no hemos hecho nada de lo que debemos hacer para glorificar el Nombre de Cristo, como he dicho antes “debemos coronar de gloria aquella cabeza que fue coronada de espinas por nuestra causa”, y esto no sucederá a menos que pongas tu vida en servidumbre para Cristo, has que tu cristianismo sea mucho más excelente de lo que hasta aquí ha sido, no se conformen con poco, si han hecho producir su talento al doble entonces yo les digo que lo dupliquen o cuadrupliquen pero no se conformen con poco, no se presenten como pobres y avergonzados delante del Señor habiendo tenido la posibilidad de ser enriquecidos por Él y con Él por toda la eternidad.
La paz del Señor Jesús el Cristo. –
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