04 - UNA NUEVA CREACIÓN; UNA NUEVA RAZA - Gabriel Montaño

 



MENSAJE DOMINGO 10/06/2018

Por el Hno. Gabriel. -


Introducción
Continuando con este apasionante estudio de la carta a los Efesios proseguiremos en esta ocasión con el contenido doctrinal de la segunda mitad del capítulo 2, y más precisamente desde el versículo 11 al versículo 22.

Contexto
Luego de exhibido todo el plan perfecto de Dios trazado desde la eternidad pasada presente y futura Pablo se vuelve al plano horizontal de la humanidad para mostrar tanto la condición del hombre actual que está sumido en la corriente de este mundo, como inmerso en un caudaloso e imparable rio que se precipita hacia un abismo que desemboca en el mismo infierno, y todos están allí, sin saber el trágico final que les espera, y fue precisamente de allí que el Señor Jesús nos rescató a cada uno de nosotros.
Necesitábamos de un Salvador que nos rescate de ese violento y correntoso rio, porque estábamos muertos en delitos y pecados, o sea, no necesitábamos de una guía religiosas para saber cómo vivir en este mundo, sino necesitábamos que nos resuciten, que alguien se meta en ese rio y nos saque de allí y sople vida en nosotros, que quite al maligno conductor que nos llevaba por la corriente del mundo y ponga un nuevo operador en nuestra mente para poder ir contra corriente, y eso fue precisamente lo que Cristo hizo en nosotros por medio de su Espíritu Santo.

Sin Cristo estábamos muertos, y del mismo modo que un cadáver cuando entra en estado de descomposición hiede y los gusanos van carcomiendo el cuerpo hasta no quedar nada, así también el pecado iba descomponiendo nuestras vidas, carcomiéndonos de a poco con el fin de hacernos desaparecer. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia son salvados) (Ef 2:4-5), opero su salvación en nosotros para librarnos de la muerte y darnos vida, y aquí el concepto de “vida” no se refiere a una nueva oportunidad para vivir nuevamente de acuerdo a la corriente del mundo, sino se trata de una “vida nueva” en el sentido que es totalmente diferente a la vida mundana; cultura diferente (celestial), costumbres diferentes (vida en santidad), gobierno diferente (subordinado al señorío de Cristo), todo es diferente, es una vida contracorriente del mundo, porque se trata de un cambio de operador en nuestras mentes que es el Espíritu Santo generando nuevos deseos que tienen que ver con lo espiritual (ya no carnal), éste es el verdadero concepto de salvación, una vida regenerada y transformada en la mente y en el corazón…

Efesios 2:6 y «juntamente con él nos resucitó,» y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Porque por gracia son salvados por medio de la fe y esto no de ustedes, puesto que es don de Dios 9 no por obras, para que nadie se gloríe… Cristo es el “Salvador” porque todo de manera absoluta lo hizo Él, nosotros no contribuimos en nada a nuestra salvación porque sencillamente estábamos muertos (que contribución puede hacer un muerto a su resurrección ¡ninguna!), pero Él se encargó no solo de sacarnos de esa maligna corriente del mundo sino también de darnos vida y proveernos todo lo necesario para conducirnos hacia su reino eterno en los cielos; nos salvó por gracia y nos proveyó de la fe para encaminarnos hacia la eternidad futura por medio de un nuevo operador en nuestras mentes que es su Espíritu Santo que asegura nuestra salvación, ¡A Él toda la Gloria! De otro modo ninguno alcanzaría la salvación, nuestras obras eran como trapos de inmundicia, no había nada en nosotros que pudiera contribuir a salvarnos, sin embargo, ahora que Dios puso en nosotros un nuevo operador en nuestras mentes, el Espíritu Santo, las buenas obras surgen como consecuencia de una vida nueva, porque es la vida de Cristo reproducida en nosotros, una vida en santidad que produce buenos y abundantes frutos; En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos (Jn 15:8). O como también Santiago escribe en su carta; Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma (Stg 2:17).

Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Ahora bien, partiendo desde esta última cita (Ef 2:10), nos dará el contexto para comprender todo el resto del capítulo 2, contiene ésta expresión que es el punto clave aquí; “porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras”, y esta expresión tiene que ver tanto con la inclusión de nosotros los gentiles en el pueblo de Dios y con su propósito divino para continuar en el mundo, porque en lo que a los gentiles respecta, antes, su existencia en el mundo era básicamente irrelevante, sin ningún protagonismo en el plan de Dios porque todo el escenario se centraba en Jerusalén y en el pueblo judío, todos los demás vivían sin propósito en el mundo, sin esperanza de resurrección y sin Dios, ajenos a la esperanza de vida, ajenos al testimonio del poder de Dios, como simples espectadores condenados a mirar siempre desde afuera las maravillas de Dios y excluidos totalmente de sus beneficios… y se trata de nosotros; ¡Estábamos sin Dios! Que cuadro más triste…

11 Por tanto, acuérdense de que en otro tiempo ustedes, los gentiles en cuanto a la carne, eran llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. 12 En aquel tiempo estaban sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo13 Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes que en otro tiempo estaban lejos, han sido hechos cercanos por la sangre de Cristo14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,

Ser de una nación gentil no era una decisión personal, se nacía gentil o se nacía judío, se nacía en el pueblo de Dios o se nacía fuera de Él, la aptitud para ser parte del pueblo de Dios era determinado por una cuestión de origen, el lugar de mi nacimiento determinaba mi suerte y posición aquí en la tierra, y si nacía fuera de Él quedaba excluido de todos los beneficios, pactos y promesas de la cual gozaban los hijos de Israel, y no solo eso, sino que también quedaba expuesto a su juicio y condenación sin esperanza de resurrección y sin Mesías Salvador. Esto a su vez es una prefigura de cómo funciona el ser parte del pueblo espiritual de Dios hoy, porque nuestra aptitud para ser parte del Reino de Dios se determina por una cuestión de origen, lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es (Jn 3:6), y esta es la razón por la cual hablamos de la necesidad de muerte y nuevo nacimiento.

Entonces, desde este punto de vista, ser gentil era algo menospreciable, el vocablo “gentil” es la traducción del vocablo griego “edznikos” que tiene que ver con “étnico” que se refiere a raza y nación, vale decir que desde esta perspectiva el mundo estaba dividido entre los que son de la raza de Dios y los que NO SON de la raza de Dios o raza del diablo, es por eso que ser gentil era algo denigrante, decirle a una persona “gentil o incircunciso” era como decirle “raza diabólica”, y esta es la razón por la cual Jesús en una ocasión refiriéndose a las personas que persistían en el pecado dice; ténganlos por gentil y publicano, o sea, por personas de raza pecadora (Mt 18:17), como también en una ocasión cuando una mujer griega de nación sirofenicia se acerca a Jesús rogándole que sane a su hija que tenía un demonio, Jesús le responde; No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos (Mt 15:26), no con el ánimo de ser apático y despectivo sino porque al no ser parte del pueblo de Israel no podía gozar de los derechos y privilegios de ellos, porque Jesús en primea instancia había sido enviado a las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mt 15:26), y los gentiles no tenían parte ni suerte en este asunto, mientras que los judíos corrían con cierta ventaja ya que al ser el pueblo de Dios gozaban de una posición privilegiada cerca de Dios:
Romanos 3:1 ¿Qué ventaja tiene, por lo tanto, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? 2 Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios.

Romanos 9:4 que son Israelitas, «de los cuales» son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas 5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.

El monte de Sion, la ciudad de Jerusalén, y más precisamente el templo de Jerusalén, era el lugar que Dios había escogido para poner allí su Nombre (2°Cr 12:13, 1°Re 11:36, 1°Re 9:3), el único lugar en toda la tierra en donde Dios había puesto su Nombre y donde los hombres podían acercarse literalmente a su presencia era el templo de Dios en Jerusalén, pero a su vez no todos tenían el privilegio de adentrarse al lugar santo ni mucho menos al lugar santísimo, sino que habían ciertas barreras que limitaban hasta donde podían acercarse las personas dependiendo de; si eran levitas tenían más privilegios que el resto de las tribus porque podían acercarse al atrio alrededor del templo, y si eran de la familia de Aarón entonces gozaban de un privilegio mayor para llegar hasta el lugar santísimo, después existían otros atrios que separaban y distanciaban a las demás personas; si eran hombres podían llegar hasta cierto lugar, o mujeres hasta cierto lugar pero todos fuera del patio de los levitas, y por último, como el lugar más alejado y distante estaba el atrio de los gentiles, separado por pequeños muros que hacían de barrera y restricción, y cualquiera que se atreviese a pasarlo moría indefectiblemente porque era una ofensa en primer término a Dios y una contaminación al lugar santo, y allí, en ese distante atrio, estábamos nosotros, mirando desde lejos sin poder pasar más allá de esas barreras, destinados a ver a Dios desde un lugar remoto y sin poder acercarnos a Él… que cuadro más triste…

Pero finalmente la cercanía nuestra fue lograda por medio de la sangre de Cristo derramada en aquel sacrificio expiatorio, la cual actuó en nosotros para nuestra reconciliación con Dios. Antes, sin Cristo estábamos enemistados con Dios por el pecado y enemistados también con el pueblo de Dios (los israelitas) por una cuestión racial, pero ahora estamos en Cristo, puestos en Él, y esto tiene que ver tanto con nuestra cercanía a Dios (por estar en Cristo) como también con nuestro nuevo origen y nacionalidad para gozar de los derechos y beneficios de ser hijos de Dios, ya no más gentil ni judío sino ahora “cristianos” por estar en Cristo.

Jesús se encargó de demoler esa pared intermedia que nos separaba de Dios y de su pueblo, y no solo nos referimos aquí a esa pared que separaba los atrios del templo manteniendo distancia entre gentiles y judíos sino también a la barrera espiritual que alejaba a los gentiles de Dios por causa de su paganismo y perversión no redimida, pero en Cristo toda barrera fue demolida y fuimos por medio de Él acercados a la presencia de Dios para gozar de Él y de todos sus privilegios.

2°Corintios 5:19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

Un claro ejemplo ilustrativo aquí es el caso del eunuco etíope funcionario de la reina Candace (Hch 8:27-40); un gentil pagano con un inmenso anhelo de Dios que estaba dispuesto a viajar grandes distancia a fin de acercarse a la presencia de Dios en ese templo judío, sin embargo solo podía mirar de lejos el sacrificio y culto que allí se desarrollaba, restringido por barreras y sin poder acercarse, sin poder expiar sus pecados, y así estábamos nosotros, y por más que este etíope eunuco creía en el Dios de Israel de todos modos su condición de eunuco y su nacionalidad le impedían llegar cerca de Dios, estaba destinado a morir fuera de Dios y sin Dios, pero Cristo por medio de su sacrificio en la cruz se encargó de derribar toda barrera de separación, y ya que nosotros no podíamos acercarnos a Él, Él se acercó a nosotros, y no hablamos aquí que se acercó a una distancia considerable sino hablamos de que vino a morar en nosotros, y si antes no podíamos acércanos a su templo, Cristo, derribando toda barrera de separación nos convirtió a nosotros en su templo para morar en nosotros y nosotros en Él, ¡que privilegio! que mejor cercanía que Dios en nosotros por medio de su Espíritu Santo haciendo de su Iglesia su verdadero templo santo (1°Corintios 3:16), pero tal cercanía fue lograda al precio de pagarlo con su propia sangre, derribar esta pared intermedia y acercarse a nosotros le costó la vida a Jesús el Cristo.

15 aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.

Derribar la pared intermedia, abolir las enemistades, incluir a los gentiles y judíos en Dios, crear de los dos un nuevo pueblo que pueda estar reconciliado y en paz con Dios significó la muerte de Cristo como del Cordero de Dios, el único sacrificio que Dios aceptaría para satisfacer su justicia a fin de que tanto judíos como gentiles ambos encontráramos perdón, sustitución, esperanza, imputación y reconciliación en una misma expiación.

Romanos 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros9 Puesto que mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvados de la ira [furia]. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvados por su vida.

La justicia divina demandaba la muerte de los pecadores (porque la paga del pecado es la muerte Ro 6:23), por ende, no habría reconciliación entre el Juez y los culpables pasando por alto sus transgresiones, sino que cada pecado sería castigado con la muerte y esa muerte se llevó a cabo, pero en nuestro Sustituto, el Cordero de Dios quien se llevó todos nuestros pecados sobre el madero. La cruz fue el medio usado aquí para lograr nuestra reconciliación con Dios, el justo por los injustos. Al final el Juez derramaría toda su copa de ira, pero sobre el Cristo, librándonos así a cada uno de nosotros de su castigo e imputándonos los méritos de Cristo para hallar reconciliación y justificación y ser incluidos en la familia de Dios. Él es nuestra paz porque mato todas nuestras enemistades y nos juntó en Él mismo en un solo cuerpo.

Colosenses 1:20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz21 Y a ustedes también, que eran en otro tiempo extraños y enemigos en su [de ustedes] mente, haciendo malas obras, ahora les ha reconciliado 22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentarlos santos y sin mancha e irreprensibles delante de él

De este modo, toda la parte ritual que se ejecutaba en aquel templo material construido con barreras y muros, y todas esas ordenanzas de cultos y fiestas solmenes quedaban abolidos por medio de Cristo en la cruz, creando por medio de Cristo una nueva raza de hombres sobre la tierra, ya no judíos ni gentiles sino ahora cristianos. Y el concepto de nuevo hombre, tal como ya lo habíamos expresado, se refiere a una vida nueva y diferente en clase y calidad, nuevas costumbres, nuevas leyes, nuevo gobierno, nuevo operador que es el Espíritu Santo que nos conduce a Cristo.

17 Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a ustedes que estaban lejos, y a los que estaban cerca 18 porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre19 Así que ya no son extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,

“Anuncio las buenas nuevas de paz a ustedes que estaban lejos” La reconciliación fue ejecutada eficazmente por medio de Cristo, tal noticia debía ser proclamada y anunciada a todas las naciones; “¡el culpable ha sido justificado para con la justicia de Dios y ahora le es concedido formar parte de la familia del Juez y vivir en sus moradas celestiales!” ¡Por supuesto que se trata de Buenas Nuevas”

Antes de Cristo, no teníamos ninguna clase de dignidad para acercarnos a Dios por medios propios, era imposible incluso para el judío común tener libre acceso a la presencia de Dios ¡cuánto más el gentil!, solo la línea sacerdotal de Aarón contaba con ese privilegio de adentrarse al lugar santísimo, pero ahora, por medio de Cristo adquirimos ese derecho legítimo de acercarnos libremente a Dios mediante la fe en aquella sangre derramada en la cruz, la cual nos hizo parte de la familia real y de una línea sacerdotal que permanece para siempre (He 7:24)Ya no más gentil o pagano sino ahora conciudadano de los santos y miembros de la familia de Dios

20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetassiendo la principal piedra del ángulo Jesús, el Cristo mismo21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor 22 en quien ustedes también son juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

Nuestra doctrina, nuestros estatutos y códigos de vida como nuevas criaturas de Dios en el mundo, están centradas en las doctrinas de Cristo, que fueron predicadas por medio de los apóstoles quienes recibieron el encargo especifico del Señor de proclamar y enseñar el mensaje de Dios a todo el mundo. Y estos apóstoles no fueron simples seguidores de Jesús que un día decidieron predicar y enseñar de Jesús, ¡NO! Ellos fueron designados por Dios y preparados específicamente para esta tarea, porque luego de resucitado Jesús mismo les abrió en entendimiento y durante cuarenta días les reveló todo lo que las escrituras profetizaban de Él (Lc 24:45), por esta razón fueron designados por Cristo sus testigos oficiales y oculares de su resurrección y del cumplimiento de todas las profecías que adelantaban los padecimientos del Cristo, y como si todo esto fuera poco, fueron llenos del Espíritu Santo con poder de lo alto para predicar esta verdad hasta la muerte tanto por medio de la proclamación audible como por medio de cartas y escritos que finalmente conformaron en Nuevo Testamento legado a la Iglesia (cosas que ellos escribieron para nosotros).

No eran los apóstoles el fundamento de la Iglesia sino los encargados de poner el fundamento el cual es Cristo, y en toda construcción el fundamento es uno solo y se pone una sola vez, por tanto, no se precisa hoy de nuevos apóstoles que aparezcan con el encargo de poner otro fundamento, no hay lugar para nuevos apóstoles con nuevas revelaciones para la Iglesia porque todo lo que la Iglesia necesita saber ya fue vertido por Cristo por medio de sus apóstoles, sus testigos oficiales preparados para esta noble e importante labor, así que si aparece un tal José Smith, un tal Taze Russell, Joseph Rutherford, o Elena de White, con nuevas revelaciones huyan a toda prisa de ellos, porque nadie puede poner otro fundamento del que ya fue puesto por medio de los apóstoles el cual es Cristo

1°Corintios 3:10 Conforme a la gracia de Dios «que me ha sido dada,» yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es «Jesús, el Cristo

Cristo es el centro mismo de su doctrina, Él es el fundamento y a su vez la principal Piedra del ángulo que define la simetría de toda su construcción que es la Iglesia, Esto significa que Cristo es por supuesto preminente e indispensable para su Iglesia, porque solamente con Él como la principal piedra el edificio podemos crecer de forma perfecta, y a su vez cada creyente como piedra viva (no somos un edificio inanimado) es construido en Cristo de forma bien coordinada, como piedras escogidas por su forma y tamaño para que el edificio crezca en perfecta simetría y arquitectura de acuerdo al plano de Dios, dicho de otro modo, cada uno en su respectivo lugar. La Iglesia, en el sentido espiritual no es una choza improvisada, no es un jacal o una enramada, sino un perfecto edificio trazado por Dios y construido por la pericia de su Espíritu.

1°Pedro 2:4 Acercándose a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, 5 ustedes también, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesús, el Cristo. 6 «Por lo cual» también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa Y el que creyere en él, no será avergonzado.

En el Antiguo Testamento los gentiles no podían acercarse a la morada de Dios, ahora llegamos a forman parte de su morada en la tierra, ¡esto es glorioso! Pablo está interesado en que los creyentes gentiles sean consiente de la enorme dignidad y posición de la que gozan hoy por medio de Cristo al ser constituido morada de Dios en el Espíritu, el propósito de ser templo es proveer un lugar en donde Dios pueda morar en comunión íntima con su pueblo, y la Iglesia es ese lugar. Curiosamente el mismo capítulo que comenzó hablando de los gentiles como muertos y depravados, diabólicos y desobedientes inmersos en la corriente del mundo, concluye con los mismos gentiles purificados de toda culpa y contaminación constituyendo la morada de Dios en el Espíritu Santo ¡Gloria a Dios!

1°Corintios 6:19 ¿O ignoran que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que no son suyos?

2°Corintios 6:16 …Porque ustedes son el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.

Conclusión
A veces no nos damos una idea del privilegio que Dios nos concedió al hacernos parte de su pueblo, el privilegio de ser hechos ciudadanos del reino de los cielos, a nosotros que estábamos condenados a no pasar más allá de esos muros intermedios por causa de ser de una raza gentil, excluida de Dios, pero ahora, por su grande amor con que nos amó decidió barrer con todos esos muros y salir a nuestro encuentro, despojándose de sí mismo vino a morar en nosotros, para nosotros un privilegio inmensurable, para él una humillación, pero lo hizo por amor, al precio de sangre, a fin de hacer de nosotros una nueva raza de hombres y mujeres sobre la tierra, ya no judíos ni gentiles, sino cristianos, una nueva creación para vivir su vida en nosotros, para reflejar su amor en nosotros. Debemos entender lo que implica ser cristianos, la responsabilidad que conlleva serlo, porque se trata de su vida en nosotros tal como Pablo lo expresa en Gálatas 2:20: Con Cristo «estoy juntamente crucificado,» y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí… se trata de la vida de Cristo reproducida en nosotros para no andar ya conforme a los deseos mundanos sino ser irreprensibles y sencillos hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecemos como luminares en el mundo (Flp 2:15).

La paz del Señor Jesús el Cristo. –

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