09 - REVOLUCIÓN PARA UN NUEVO RÉGIMEN

 



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MENSAJE DOMINGO 19/11/2017

Por el Hno. Santiago.


En esta oportunidad desarrollaremos el capítulo 8 de la carta a los romanos.

Introducción

Entre tantas buenas y ricas enseñanzas del Capítulo 7, vamos a destacar lo siguiente:

Romanos 7
6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.

νυνι-Ahora δε-pero/(y)/(sin embargo)/(por otro lado) κατηργηθημεν-habiendo sido sin efecto απο-de/desde του-la νομου-ley αποθανοντες-habiendo muerto εν-en ω-a cual κατειχομεθα-estábamos siendo tenidos hacia abajo ωστε-de manera/modo que/(en cuanto)/(puesto que) δουλευειν-servir/estar sirviendo esclavizado ημας-nosotros εν-en καινοτητι-novedad πνευματος-de espíritu και-y ου-no παλαιοτητι-a (modo) viejo γραμματος-de escrito

Si bien el texto griego utiliza el vocablo "renovación" en vez de "régimen" su peso interpretativo sugiere implícitamente "nuevo régimen" (nuevo orden), de igual manera para el "régimen viejo de la letra" (viejo orden).

kainothvCódigo MAB: 2238 Código Strong: G2538
- Pronunciación: kenótis
- Diccionario MAB:  novedad, renovación
Diccionario STRONG: de G2537; renovación (figurativamente):- nuevo.

palaiothvCódigo MAB: 3274 Código Strong: G3821
- Pronunciación: paleótis
- Diccionario MAB:  vejez
Diccionario STRONG: de G3820; antigüedad, calidad de antiguo:- viejo, -a.

Mientras meditaba en esto, pude comprender en profundidad la lucha de Pablo; Hablo de la dura tarea de destronar a los regímenes vigentes en aquellas épocas. Pablo debió luchar contra dos poderosas culturas filosóficas. Debió batallar contra el régimen legalista (de la letra) de los judíos y contra el régimen libertino (y vano) de los gentiles, para mostrar e insertar con certeza y precisión un nuevo régimen (no visible al ojo humano) que es el régimen del Espíritu, que es el que verdaderamente salva al hombre.

Considero que nuestra batalla actual no es muy diferente de la batalla de Pablo. Porque, aunque todavía no se perciba, existe ya una batalla contra los actuales regímenes de control (tanto políticos como religiosos). Existe en la actualidad una revolución que afecta y afectará todas las áreas del ser humano, inclusive el ámbito espiritual de los mismos, que dará lugar a la aparición del anticristo.
Por otro lado, somos parte de una masa cristiana que está despertando y que ve con claridad lo que está ocurriendo. Implica que estamos en los últimos tiempos, en los tiempos peligrosos. Y la Iglesia del Señor Jesús está también en proceso, entrando en una revolución Espiritual e intelectual y muchos ya somos parte de esa revolución.

Volviendo a la carta a los romanos.

Los dos regímenes

Romanos 8
Ahora, por lo tanto, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.  Ro 5:16; Ro 8:9-10; Ro 8:11; Ro 8:34; Ro 8:39; Ro 16:3;
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.  Ro 6:14; Ro 6:18; Ro 7:4; Ro 8:12; 1Co 15:45; 2Co 3:6; Jn 8:32; Jn 8:36; Ro 6:22; Gá 5:1;
Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;  Lv 16:5; Jn 1:14; Hch 13:39; 2Co 5:21; Gá 4:9; Fil 2:7; He 7:18; He 10:1-2; He 10:6; He 10:8; He 10:10; He 10:14; He 13:11; Lv 5:6-7; Lv 5:11; Lv 14:31; Is 53:10; Ro 7:18; He 2:14; He 2:17; He 4:15; Ro 3:28; Gá 2:16; Gá 3:13;
para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.  Ro 1:32; Ro 2:26; Gá 5:16; Gá 5:25; Lc 1:6;
Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.  Gá 5:19-21; Gá 5:22-23; Gá 5:25; Gá 6:8; Gá 5:19-25; 1Co 2:14;
Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.  Ro 6:21; Ro 8:13; Col 2:18; Gá 6:8;
Por cuanto los designios [intenciones, tendencias] de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;  1Co 2:14; Stg 4:4;
y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.  Ro 7:5;

Complementando la meditación anterior: El conocimiento pleno de la justificación por la fe en Cristo Jesús, comienza a mostrar más allá de la Salvación del hombre, la manifestación de un Reino Superior que por mucho tiempo había estado esperando para manifestarse y establecer su embajada en este mundo.
Entonces, para comprender el capitulo 8 tenemos que tener presente los dos reinos. Un reino carnal (basado en las obras de la carne) conocido también como el reino de la muerte, y un nuevo reino de carácter Espiritual.
Con anterioridad habíamos hablado del reino de la muerte como un régimen de dominio sobre el hombre. Al decir “régimen de la muerte” hablamos de un sistema de control, una forma de gobierno basado en las necesidades físicas del hombre (pasiones, emociones y sentimientos carnales) Ro 7:5 los cuales son contradictorios a la ley de Dios (Ro 8:7).
El régimen de la muerte, no es un régimen político, sino un principado que tiene por príncipe a Satanás quien se encarga de engañar al mundo entero (Ap 12:9). El régimen político y el régimen religioso son solo marionetas de Satanás.

Entonces, al hablar de reinos, hablamos de regímenes (Ro 7:5), y eso implica una lucha de poderes por controlar al hombre. El régimen carnal lucha por controlar al hombre a través de sus pasiones pecaminosas para servir al maligno, mientras que el régimen Espiritual lucha por la santificación del hombre y regularlo para los propósitos de Cristo.

Podemos decir que la dificultad del hombre, radica en que no puede percibir los poderes a los que obedece. No percibe lo maligno detrás de sus obras, ni mucho menos puede percibir el régimen Espiritual.
El hombre sin Dios no entiende su razón de ser y concluye que debe vivir para la supervivencia y placer de su carne; Y sumado a eso, (sobre todo en estos tiempos) el ser humano es adiestrado desde temprana edad a estimar que no hay espíritu ni destino, por ende, no hay control, implicando que no existe lo bueno o lo malo; Entonces el hombre es criado estimando que todo lo espiritual es una invención. Y engañan al hombre diciéndole que es "un mísero e insignificante accidente momentáneo de partículas energéticas fruto de una inexplicable explosión en un inmenso universo indiferente". Satanás se encargó de deformar la razón mediante un sinfín de teorías y rudimentos humanos. Ante tales argumentos, el hombre se siente tan insignificante, tan nada, que se entrega de lleno a su corta vida física sin que le interese lo espiritual, lo cual solo importa cuando está por fallecer (sin que entienda lo que va a pasar por su necedad y negligencia, de igual manera a aquellos supuestos cristianos que quieren vivir según la carne Fil 3:19).

Filipenses 3
19 el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.

Pero los que creen en el Señor Jesús, una nueva fuente procede a abrir sus ojos espirituales y entender que toda la Obra de Jesús, sirvió para hacer visible lo invisible (Col 1:15), manifestar el Reino Espiritual y mostrar el plan de Dios, el poder para vencer la muerte del hombre a pesar del régimen legal condenatorio.

Efesios 2
Y él les dio vida a ustedes, cuando estaban muertos en sus [de ustedes] delitos y pecados,  Lc 15:24; Ef 2:5; Ef 4:18; Col 1:21; Col 2:13; Jn 5:25; Ro 5:6;
en los cuales anduvieron en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,  Jn 12:31; Ro 11:30; 1Co 6:11; Ef 4:17; Ef 4:22; Ef 5:6; Ef 5:8; Ef 6:12; Col 3:7; 1P 1:14; Ap 9:11; 1Co 2:12; 1Ti 4:1; 2P 2:10; 2P 2:20; Jud 1:8; Jn 14:30; Jn 16:11; Tit 3:3;
entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira [furia], lo mismo que los demás.  Sal 51:5; Ro 5:12; Gá 5:16; 2P 2:14; Mt 21:31; Lc 12:47; Lc 23:25; Jn 1:13; Ro 2:5; 1Co 7:37; Fil 3:3; 2P 1:21; Ap 6:16;

Entonces, el Reino manifestado por el Señor Jesús es un Nuevo Régimen que opera en la espiritualidad del hombre.

La Revolución

Romanos 8
Mas ustedes no viven según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.  Jn 14:17; Hch 16:7; Ro 8:11; 1Co 3:16; 1Co 6:19; 2Co 6:16; 2Ti 1:14; Jud 1:19; Jn 14:23; Gá 4:6; Fil 1:19; 1Jn 4:13;
10 Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.  Jn 17:23; Gá 2:20; Ef 3:17; Col 1:27;
11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en ustedes, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también sus [de ustedes] cuerpos mortales por su Espíritu que mora en ustedes.  Hch 2:24; 2Co 3:6; Ro 6:4; Ro 6:4-5; 1Co 6:14; 2Co 4:14; Ef 2:5; Col 2:13;
12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;  Ro 8:2;
13 porque si viven conforme a la carne, morirán; mas si por el Espíritu hacen morir las obras de la carne, vivirán.  Col 3:5;
14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.  Dt 14:1; Os 1:10; Jn 1:12; Ro 8:16; Ro 8:19; Ro 9:8; Ro 9:26; Gá 5:18; Mt 5:9; 2Co 6:18; Gá 3:26; 1Jn 3:1; Ap 21:7;
15 Puesto que no han recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que han recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!  Is 56:5; Jer 31:9; Mr 14:36; Ro 8:23; Ro 9:4; 1Co 2:12; Gá 2:4; Gá 4:5; Gá 4:6; 2Ti 1:7; He 2:15; 1Jn 4:18; Gá 3:26; Gá 4:5-6;

La mayoría, al llegar al verso 15 no puede evitar preguntarse por encima de sus propios pensamientos ¿Qué es vivir según el Espíritu?, o ¿Estaré viviendo según la carne?, ¿Cómo saber si tengo el Espíritu de Cristo?
Para desarrollar este bloque, necesitamos comprender lo siguiente:
Pablo demuestra que “una vida en santidad” (entiéndase como una vida digna de buenas obras) no es posible solamente mediante el conocimiento de la ley dada a Moisés. La ley del Antiguo Testamento era solo un conocimiento de prohibiciones que determinaban con exactitud el pecado y el grado de maldad del hombre. Pero el hacer el bien, el ejercer una vida santa, solo es posible, aniquilando en uno los propósitos carnales. La renovación de nuestro ser solo es posible mediante una revolución; es decir, mediante un cambio de régimen.
Entonces, ampliando el trasfondo, ¿De que está hablando Pablo en los capítulos 7 y 8? Pablo habla de Revolución; ¡Si!; La misma revolución que predicó el Señor Jesús cuando habla del Reino de los Cielos.

Diccionario RAE: Revolución: Del latín revolutĭo, -ōnis. f. : Acción y efecto de revolver / Cambio violento en las instituciones políticas, económicas o sociales de una nación.

Juan 7
16 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.

Cuando se habla de doctrina, no se está hablando de enseñanza solamente, sino de Ciencia que explica como funciona la vida. Eso es el Evangelio, es Ciencia. El Evangelio es una revolución. Jesús fue acusado de revolucionario (Jn 7:12-16), los apóstoles y primeros cristianos fueron acusados de revolucionarios (Hch 17:6). A muchos no les agrada escuchar esto. Pero si se lucha por cambiar el paradigma (vigente) porque no satisface o no cumple con los propósitos establecidos, entonces Jesús fue un revolucionario. El Mesías trajo una Doctrina Superior (Jn 7:16)  y demostró que su Doctrina era la Verdadera.

Entonces Pablo que lo entendía a la perfección, se empeñó en intensificar la revolución para derrocar de una vez por todas, al viejo régimen de la letra (AT) y establecer el Nuevo régimen en el Espíritu (NT). Por eso se habla de Antiguo Pacto y Nuevo Pacto.
Pablo por el Espíritu está sugiriendo un cambio de paradigma (entiéndase paradigma como el modelo, la forma u orden de las cosas, esquemas y estructuras) en lo que refiere a la vida que agrada a Dios.

Obviamente, cambiar el paradigma, no es fácil y solo puede hacerse a través de una revolución. Y han de saber que una revolución siempre ha estado anticipada por una intolerancia contra el orden existente. Y esa intolerancia comenzó con la doctrina del Señor Jesús, que desafiaba abiertamente a los líderes religiosos y a las autoridades gubernamentales de su época quienes habían prevaricado y torcido las leyes a favor de un régimen esclavista.

Pablo le escribe a una Iglesia que había asimilado la doctrina del Señor Jesús y que internamente luchaba todavía con el antiguo paradigma, que sabían ya no funcionaba, pero todavía estorbaba al nuevo régimen porque era difícil renunciar a él (sobre todo los judíos).
Si analizamos los tiempos actuales, vemos que la historia se repite, puesto que el cristianismo actual mantiene aún luchas internas. Porque aún existen religiones disfrazadas de cristianismo que intentan mantener vigente el antiguo paradigma; Y esta es la razón por la que tantos cristianos están todavía confundidos con el Antiguo Testamento y ofrecen su dinero y sus bienes a las instituciones esperando lograr un pedazo de cielo con ese régimen caduco.
Y a su vez los cristianos que mantienen el paradigma bíblico de congregación, de vida cristiana, de propósito cristiano son acusados de herejes y/o sectarios. Como pueden observar, la revolución genera resistencia en ambos lados.

Pablo entendía lo incompatible entre el viejo régimen y el nuevo régimen. Pablo sabía que esto se trataba de una guerra. Muchos judíos cristianos esperaban alguna clase de transición pacífica entre ambos regímenes, pero eso era imposible. La revolución es justamente eso, una dura batalla por entender los cambios para establecer los cambios. Y cuando esos cambios no son aceptados porque amenazan al poder del orden actual, entonces vienen las persecuciones, las matanzas, etc.
Yo espero con esto que usted entienda la historia del hombre como una serie de regímenes que se han ido levantando mediante las diversas revoluciones (las cuales ya estaban profetizadas).
Hay que comprender también que las batallas contra la revolución son encabezadas por las instituciones amenazadas, hablo de aquellas que mantienen el dominio y el monopolio de la información (Instituciones religiosas y todas sus denominaciones y escuelas).

2 Corintios 5
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Si entiendes la doctrina del Señor Jesús, entiendes la Revolución. Si entiendes la revolución entiendes que debes renunciar al régimen viejo y luchar para establecer el nuevo. Si entiendes la Revolución es porque tienes al Espíritu del Señor. La vida vana y vieja queda atrás renunciando al materialismo, al humanismo y al estilo de vida propuesto por el mundo. Tener el Espíritu de Cristo es tener los mismos objetivos de Cristo, vivir la Vida de Cristo.

Gálata 2
20 Con Cristo «estoy juntamente crucificado,» y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

En Cristo he crucificado el hombre forjado por el régimen de la carne, por la tanto esas falsas razones ya no controlan mi alma. El Espíritu de Cristo que habita en mí forja un hombre Espiritual para los propósitos de Cristo Jesús utilizando el cuerpo y el tiempo para buenas obras a fin también de ser resucitado por Él (Ro 7:11).
¿Y como aplicarlo en la vida práctica?

Colosenses 3
Hagan morir, por lo tanto, lo terrenal en ustedes: fornicación [inmoralidad sexual], impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
cosas por las cuales la ira [furia] de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
en las cuales ustedes también anduvieron en otro tiempo cuando vivían en ellas.
Pero ahora dejen también ustedes todas estas cosas: ira [furia], enojo, malicia, injurias [calumnias, blasfemias], palabras deshonestas de su [de ustedes] boca.
No mientan los unos a los otros, habiéndose despojado del viejo hombre con sus hechos,
10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,

El testimonio del Espíritu

Romanos 8
16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.  2Co 1:22; 2Co 5:5; Ef 1:13-14; 1Jn 3:24; Hch 5:32; Ef 1:13; Ef 4:30;
17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que sufrimos [padecemos] juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.  Hch 14:22; 2Co 1:7; Gá 3:29; Gá 4:7; 2Ti 2:12; Tit 3:7; Hch 20:32; 2Co 1:5; Ef 3:6; Fil 3:10; Col 1:24; He 1:14; Ap 21:7; 2Ti 2:11-12;
18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.  2Co 4:17; 1P 1:5-6; Ro 1:5; Col 3:4; Tit 2:13; 1P 4:13; 1P 5:1; Mt 5:12; 2Co 4:10; Fil 3:20; 1Jn 3:1-2;
19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.  Ro 2:7; 1P 4:13; 1P 5:1; 1Jn 3:2; 1Co 1:7; Fil 1:20; Col 3:4; 1P 1:7; 1P 1:13;

Muchos cristianos, se preguntan a ellos mismos si son realmente cristianos o andan preguntado a otros si lo son; Muchos que dudan porque solo han recibido doctrinas de hombres y trabajan para instituciones humanas. Y cuando perciben eso, entonces llegan a estas incertidumbres.
Sin embargo, ser hijo de Dios no es un testimonio de hombre, nadie pude decirte si eres o no hijo de Dios, ningún ser humano tiene esa autoridad. El que da testimonio de que eres hijo es el Espíritu Santo, nadie más.
Ahora bien, identificarse como cristiano, es identificarse con la vida de Cristo. Hablamos de una vida desinteresada según la carne y una vida interesada en los propósitos Espirituales, sabiendo que tales propósitos no traen riquezas, sino aflicciones y sufrimientos por causa de la batalla contra el régimen de la carne. Los primero cristianos podrían dar cátedra acerca de esto, sin embargo el cristianismo actual carece de aflicciones por el Evangelio, porque lamentablemente ha sido leudado con el régimen del mundo.

Una esperanza garantizada

Finalmente

Romanos 8
20 Porque la creación fue sujetada a vanidad [cosas sin sentido, inutilidad, (ilusiones)], no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;  Gn 3:17; Gn 3:18-19; Ec 1:2; Gn 3:17-19; Gn 5:29; Sal 39:5;
21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.  Hch 3:21; 2P 3:13; Ap 21:1;
22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;  Jer 12:4; Jer 12:11; Mr 16:15;
23 y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la liberación [redención] de nuestro cuerpo.  Is 25:9; Lc 21:28; Ro 7:24; Ro 8:19; Ro 8:25; 2Co 5:2; 2Co 5:4; 2Co 5:5; Gá 5:5; Stg 1:18; Nm 15:17-21; Ro 5:3; 1Co 16:15; 2Co 1:22;

El régimen de la carne surgió de una rebelión, por una desobediencia. Fue el pecado quién causó la caída de la Creación y su maldición (Gn 3:17). Es por la maldición, por causa del pecado, que el mundo está sujeto a frustración, a vanidad, a esclavitud y deterioro.
Pero el Nuevo Régimen ofrece una Verdadera Esperanza de Redención. Un día la Creación que gime tano, será liberada, transformada y renovada en la Gloria de Dios. Pero hasta que ese día llegue, debemos seguir batallando contra el régimen de la carne, predicando el Evangelio para que los escogidos alcancen la resurrección de los hijos de Dios.
Cuando habla de “adopción", expresa que nuestro ser está vinculado a la redención. Lo que vivimos ahora es solo un trámite de "adopción" y el que lo entiende lo constituye como el objeto de la esperanza. Tal esperanza es la esencia misma de nuestra salvación. Por lo tanto, debemos esperar pacientemente lo que Dios ha prometido.

24 Porque en esperanza fuimos salvados; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?  2Co 4:18; 1Ts 1:3; 1Ts 5:8; He 11:1; Ro 4:18; 2Co 5:7; Tit 3:7;
25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.  1Ts 1:3; 1Ts 5:8;
26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.  Zac 12:10; Mt 20:22; Jn 14:16; Ef 6:18; Stg 4:3; Ro 8:15-16; 2Co 12:8;
27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.  1S 16:7; 1Cr 28:9; Pr 15:11; Pr 17:3; Jer 11:20; Jer 17:10; Lc 16:15; Ro 8:6; Ro 8:34; 1Ts 2:4; 1Jn 5:14; Sal 139:1-5; Hch 1:24; Ap 2:23;
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Finalmente nuestra Esperanza tiene una enorme garantía. Pablo nos da un par de razones por las que podemos esperar con paciencia y confianza lo prometido.
La primera razón es que el Espíritu nos ayuda en nuestra ignorancia, para orar con sabiduría, para pedir en lo que nos conviene según el Espíritu (sujeto a la voluntad de Dios) y la capacidad de desechar lo carnal. El Espíritu mismo intercede por nosotros ante Dios, orando por nosotros esa oración que siempre está en perfecta concordancia con la voluntad de Dios. Pablo está hablando de intersección Espiritual, no humana sino de Dios. No necesitamos intersección humana para nuestras oraciones, necesitamos el Espíritu Santo para dialogar a Dios y entender su Voluntad.
La segunda razón es que aunque no lo percibas Dios está obrando constantemente en todas las cosas para "el bien" de los que le aman (Ro 8:28). Aún los valles por los que pasamos están incluidos en la providencia de nuestro Padre. Aquí hay verdaderamente, un motivo de gozo y un fundamento sólido para la esperanza. Sin embargo, debemos definir que "el bien" que Dios quiere para nosotros trabaja según sus términos y no los nuestros. Dios sabe que el mayor bien para nosotros es conocerle a Él y disfrutar de su presencia y sus obras por siempre. Por lo tanto, producir “el bien” se hace mediante batallas, inclusive pasar por dificultades como la pobreza, la enfermedad y el dolor (las cuales cosan afectan la carne y su régimen). Nuestro gozo provendrá no de saber que nunca enfrentaremos dificultades, porque seguramente las enfrentamos, sino de saber que, no importa cuál sea la dificultad, nuestro Padre de amor está obrando para hacernos cristianos fuertes y victoriosos en la fe.



La Paz del Señor Jesús con ustedes.

PD: Como complemento, recomendamos los siguientes blogs: ¿A quién obedeces?


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