14 - EL PADECIMIENTO DE PABLO EN JERUSALÉN

 


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MENSAJE DOMINGO 22/01/2017

Por el Hno. Gabriel.-


Continuando con el este sintético estudio del Libro de los Hechos, abordaremos en esta ocasión lo relatado en los capítulos 21 al 23 del mismo libro, los cuales mostraran la actitud de un verdadero siervo de Dios frente al padecimiento injusto por causa del Nombre de Cristo.

Introducción y Contexto
Pablo, luego de aquel apasionante discurso de despedida a los ancianos y pastores que se habían convocado en Mileto para oírle (Hch 20:17-38), va tomar rumbo a Jerusalén. Con este discurso Pablo finaliza su tercer viaje ministerial y evangelístico entre los gentiles, y lo que le resta de aquí en mas es la travesía de volver a Jerusalén y padecer allí lo que el Espíritu Santo le anticipaba en cada ciudad;

Hechos 20:22 Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; 23 salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

Entonces, como hemos mencionado, con este extraordinario discurso Pablo finaliza su tercer viaje ministerial a principios del año 58 dC. Este fue el viaje más largo, más fructífero y el que más tiempo le consumió a Pablo, y finalizada ésta travesía emprende su viaje a Jerusalén con el deseo de estar allí para la fiesta de Pentecostés (Hch 20:16) (según nuestro calendario seria Junio del 58 dC) y enfrentar todo lo que allí le esperaba. Hasta aquí Pablo tiene aproximadamente 51 años de edad, y toda una experiencia que le precede en el servicio a Cristo por medio de la predicación de evangelio a judíos y gentiles en todo el mundo romano de aquel entonces; si hemos de recordar a sus 40 años de edad (47 dC) inicio su primer viaje ministerial que le llevo un año y un poco más, luego a sus 42 años de edad (49 dC) inicio su segundo viaje ministerial que duro entre 3 y 4 años (del 49 al 52 dC), y siendo ya de aproximadamente 47 años de edad emprendió su tercer viaje ministerial que duro más de 4 años (del 54 58 dC), o sea que en la franja de sus 40 a sus 51 años de edad Pablo desarrollo prácticamente la mayor parte de toda su labor ministerial para la cual Dios le había llamado y apartado; predicar el evangelio de Cristo, llenar todos los alrededores de Jerusalén con el nombre de Cristo (Ro 15:18-20). En virtud de esto podríamos decir que los años más valiosos de su adultez, su vigor, su fuerza y sus recursos lo rindió para magnificar a Cristo, derramo su vida en libación para el servicio y ministración a los gentiles (Fil 2:17), y si en algún punto había dañado y agravado a la iglesia antes de su conversión (1°Co15:9), podríamos decir que Dios le reivindicó delante de todos los cristianos con toda esta extraordinaria y honorable labor.
Entonces, siendo Pablo de 51 años de edad emprende su viaje a Jerusalén, pero no por una decisión o deseo humano, sino tal como él mismo lo declara (Hch 20:22)“he aquí ligado yo en espíritu voy a Jerusalén” que dicho de otro modo sería; “atado en el espíritu estoy siendo llevado a Jerusalén no por mi propia voluntad sino por voluntad divina, Dios me está llevando allá”, dando a entender que como hombre él no tenía opción, decididamente debía ir a Jerusalén porque ésta era voluntad de Dios, aun sabiendo de antemano que no iba allí para ser admirado o galardonado, sino por el contrario, iba a Jerusalén a sabiendas de que le esperaba prisión y tribulación, porque el Espíritu mismo se había encargado de declarárselo en cada ciudad por medio de los hermanos de la iglesia, él mismo declara en su discurso (Hch 20:22-23)“no sé con exactitud qué clase de padecimiento me espera allá, solo sé que me esperan prisiones y tribulación y estoy siendo llevado allí por la voluntad de Dios”–  recordando quizás aquellas palabras declaradas a Ananías que decían; “porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre” (Hch 9:16).

El anuncio profético del sufrimiento de Pablo
Hechos 21:1 Después de separarnos de ellos (esto es de los ancianos y pastores en Mileto), zarpamos y fuimos con rumbo directo a Cos, y al día siguiente a Rodas, y de allí a Pátara. 2 Y hallando un barco que pasaba a Fenicia (esto es Tiro), nos embarcamos, y zarpamos. 3 Al avistar Chipre, dejándola a mano izquierda, navegamos a Siria, y arribamos a Tiro, porque el barco había de descargar allí. 4 Y hallados los discípulos, nos quedamos allí siete días; y ellos decían a Pablo por el Espíritu, que no subiese a Jerusalén5 Cumplidos aquellos días, salimos, acompañándonos todos, con sus mujeres e hijos, hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la playa, oramos. 6 Y abrazándonos los unos a los otros, subimos al barco y ellos se volvieron a sus casas. 7 Y nosotros completamos la navegación, saliendo de Tiro y arribando a Tolemaida; y habiendo saludado a los hermanos, nos quedamos con ellos un día. 8 Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él9 Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban10 Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo11 quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles12 Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén13 Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús. 14 Y como no le pudimos persuadir, desistimos, diciendo: Hágase la voluntad del Señor. 15 Después de esos días, hechos ya los preparativos, subimos a Jerusalén. 16 Y vinieron también con nosotros de Cesarea algunos de los discípulos, trayendo consigo a uno llamado Mnasón, de Chipre, discípulo antiguo, con quien nos hospedaríamos.

Entonces Pablo con todos los que le acompañaban una vez que partió de Asia con rumbo a Jerusalén arribo primeramente en Tiro porque el barco debía descargar allí y estando en este lugar se contactaron con los hermanos (es probable que haya existido una pequeña iglesia en Tiro, formada por los discípulos que habían sido esparcidos por causa de la persecución en tiempo de Esteban tal como lo menciona Hch 11:19) y posaron allí por siete días. Un dato curioso que genero cierta controversia y confusión es lo que expresa el verso 4 de este capítulo en donde dice que los hermanos de Tiro decían a Pablo “por el Espíritu” que no subiese a Jerusalén, lo cual algunos interpretaron equivocadamente que el Espíritu Santo le estaba ordenando a Pablo por medio de estos hermanos que no vaya a Jerusalén, lo cual es algo contradictorio, ya que Pablo ligado en Espíritu iba hacia Jerusalén, sin embargo el contexto de esta expresión es que estos hermanos (con cierto don profético) al igual que muchos otros en diferentes ciudades por la que Pablo había pasado, recibían del Espíritu Santo la revelación de que Pablo sería atribulado en Jerusalén y por lo tanto trataban de persuadirlo de que no fuera para allí, sin embargo Pablo no obedecía a sentimiento humano sino al designio de la voluntad de Dios, y por esta razón pasado los siete días partió de Tiro rumbo a Tolemaida. Un gran gesto de afecto y sincero amor fue el que demostraron estos discípulos de Tiro al acompañar a Pablo y sus colaboradores hasta la playa y orar allí todos juntos puestos de rodillas para despedirlos en páz encomendados al cuidado del Señor.
Llegados a Tolemaida se quedaron un día allí también con los hermanos del lugar (para saludarlos), y al siguiente día partieron para Cesarea. En Cesarea vivía Felipe el evangelista (Hch 8:40) el cual había sido uno de los siete diáconos de la iglesia primitiva en Jerusalén (por cierto en ese tiempo Pablo había sido enemigo de Felipe y ahora eran colegas). Otro dato curioso a destacar en este pasaje es “las cuatro hijas vírgenes de Felipe las cuales profetizaban”, y ¿porque es importante destacar esto?; porque es probable que más de uno o una malinterprete este pasaje para justificar el falso ministerio de mujeres autonombradas pastoras y profetizas (las cuales abundan hoy por hoy), sin embargo lo primero que debemos tener en cuenta es que ésta es una cita descriptiva y no prescriptiva (forma parte de un relato y no de una doctrina o rudimento), y a su vez no es un pasaje claro en lo que quiere decir, solo podemos conjeturar sanamente en base al mismo; Primero no dice que estas cuatro mujeres eran profetas sino que profetizaban, y aunque a simple vista parezca que se trate de lo mismo la realidad es que hay una diferencia gramatical, ya que la palabra “profetiza” se refiere de forma directa al don de predecir ciertos sucesos de manera particular mientras que la palabra “profetizar”, de manera aislada, se refiere también al arte de proferir cierta enseñanza, Segundo; No está claro si estas doncellas profetizaron solo en aquella ocasión en que estaba Pablo o lo hacían habitualmente, Tercero; no está claro si profetizaban en el sentido que hablan del evangelio a otros ya que Felipe su padre era evangelista o se trataba de proferir predicciones tal como que “Pablo sería apresado en Jerusalén”. De una u otra manera lo que sí está claro es que su sentido de profetizar no era para traer nuevas doctrinas sino algo puntual; o referido a alguna predicción o referido al evangelismo.
Personalmente considero que se trataba de que estas cuatro doncellas hijas de Felipe tenían la gracia de enseñar el evangelio a otras mujeres y también a niños y además de forma particular a ciertas personas así como Priscila junto a su esposo Aquila lo hicieron con Apolo (Hch 18:26), mujeres enteramente dedicadas al Señor (1°Co 7:34) pero que de ningún modo presidian en la Asamblea cristiana de Cesarea, y pienso que se trataba de este tipo de función (enseñanza) ya que si se hubiese tratado del don de predecir sucesos futuros deberían haber anunciado que Pablo que sería atribulado en Jerusalén, sin embargo no predijeron nada al respecto, y concluimos esto ya que cuando el profeta Agabo llegó a casa de Felipe y anuncia como sería aprendido Pablo en Jerusalén de inmediato los presentes intentaron persuadir a Pablo para que no suba a Jerusalén, sin embargo nada de esto sucedió cuando se dice que las cuatro hijas de Felipe profetizaban. Por otro lado, el hecho de que las cuatro hijas doncellas de Felipe profetizaran demuestra el alto grado de espiritualidad que había en esta familia, y a su vez, también confirma el cumplimiento de la profecía de Joel (Jl 2:28-32) citada por Pedro el día de Pentecostés (Hch 2:17) en donde se anunciaba que el derramamiento del Espíritu Santo sobre los hombres traería implícito el hecho de que los hijos e hijas de los hombres profetizarían.
Esto nos enseña que las mujeres de la iglesia pueden ejercer el ministerio de la enseñanza, siempre y cuando sean mujeres piadosas y espirituales y de buen testimonio, pero solo sobre otras mujeres, como también a niños y además de modo personal pueden ser usadas para predicar el evangelio a otras personas pero siempre en el ámbito particular. Con esto quiero decir que la mujer no está sentenciada a ser una muda en la congregación como algunos piensan (1°Co 11:5), sino que puede ser un instrumento en manos de Dios para el beneficio de otros, pero jamás podrá ejercer dominio sobre el hombre.

Otra cosa sorprendente a destacar del pasaje leído es la respuesta de Pablo a la profecía de Agabo, este profeta reconocido por la iglesia de Jerusalén, el cual había profetizado anteriormente algunos eventos que se cumplieron tal cual se habían anunciado (Hch 11:28), ahora había descendido básicamente de Jerusalén a Cesarea a casa de Felipe y en cuanto entró en la casa tomando el cinto de Pablo (sin saber él que era de Pablo) represento físicamente como maltratarían a Pablo en Jerusalén, tal señal fue aceptada de inmediato por los hermanos los cuales reaccionaron humanamente tratando de persuadir a Pablo de que no vaya a Jerusalén, y esto con el único fin de salvaguardar su integridad física, sin embargo Pablo valerosamente responde; ¿Qué hacen llorando y quebrantándome el corazón? Porque actúan así, deben de saber que yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por causa del nombre del Señor Jesús, tal respuesta demuestra la valentía y convicción de Pablo en el servicio que se la había encomendado. Estaba más que claro que Pablo se había negado así mismo, había renunciado al “Yo”, a esa naturaleza carnal egoísta que solo busca subsistir para sí mismo, Pablo había muerto hace tiempo, y quien vivía en Pablo era Cristo (Ga 2:20), de modo que su vida solo tenían un solo objetivo; ¡Glorificar a Cristo por vida o por muerte!
¿Una estrategia fallida?
Hechos 21:17 Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo. 18 Y al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver a Jacobo, y se hallaban reunidos todos los ancianos; 19 a los cuales, después de haberles saludado, les contó una por una las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio. 20 Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley21 Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres. 22 ¿Qué hay, pues? La multitud se reunirá de cierto, porque oirán que has venido. 23 Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto. 24 Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley… 26 Entonces Pablo tomó consigo a aquellos hombres, y al día siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró en el templo, para anunciar el cumplimiento de los días de la purificación, cuando había de presentarse la ofrenda por cada uno de ellos. 27 Pero cuando estaban para cumplirse los siete días, unos judíos de Asia, al verle en el templo, alborotaron a toda la multitud y le echaron mano28 dando voces: ¡Varones israelitas, ayudad! Este es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, la ley y este lugar; y además de esto, ha metido a griegos en el templo, y ha profanado este santo lugar. 29 Porque antes habían visto con él en la ciudad a Trófimo, de Efeso, a quien pensaban que Pablo había metido en el templo. 30 Así que toda la ciudad se conmovió, y se agolpó el pueblo; y apoderándose de Pablo, le arrastraron fuera del templo, e inmediatamente cerraron las puertas. 31 Y procurando ellos matarle, se le avisó al tribuno de la compañía, que toda la ciudad de Jerusalén estaba alborotada. 32 Este, tomando luego soldados y centuriones, corrió a ellos. Y cuando ellos vieron al tribuno y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo33 Entonces, llegando el tribuno, le prendió y le mandó atar con dos cadenas, y preguntó quién era y qué había hecho. 34 Pero entre la multitud, unos gritaban una cosa, y otros otra; y como no podía entender nada de cierto a causa del alboroto, le mandó llevar a la fortaleza. 35 Al llegar a las gradas, aconteció que era llevado en peso por los soldados a causa de la violencia de la multitud36 porque la muchedumbre del pueblo venía detrás, gritando: ¡Muera!

Cuando Pablo llega a Jerusalén se reúne con Jacobo, quien era considera columna de la iglesia, y con todos los ancianos, los cuales para ese tiempo ya eran bastante, y luego del saludarse e intercambiar experiencias Jacobo a fin de ayudar a Pablo le da ciertas instrucciones de cómo debía proceder en Jerusalén debido a la difamación y calumnia que había contra Pablo respecto de ir en contra de las costumbres y cultura judía. Lo curioso de todo este relato es ¿Por qué Jacobo arma toda esta estrategia o procedimiento para Pablo? ¿Acaso era para evitar que Pablo sea aprendido? ¿O qué se proponían con todo este despliegue? Bien, sería muy ridículo pensar que Jacobo planeara todo esto para evitar que Pablo fuere apresado, y a su vez sería muy contradictorio para Pablo aceptar todo esto como una estrategia para salvaguardarse de los judíos luego de haber expresado que estaba dispuesto a morir en Jerusalén por causa de Cristo.
Entonces, tanto Jacobo como los ancianos de Jerusalén sabían perfectamente lo que le esperaba a Pablo, entendían que para que Pablo sea apresado las autoridades judías necesitarían una causa justa para poder aprenderlo y juzgarlo y aun más, sentenciarlo a muerte, tal como lo hicieron con Jesús. En virtud de esto, lo que estaban haciendo Jacobo y los ancianos de Jerusalén era instruir a Pablo a fin de que los judíos no tengan razón concreta para juzgarlo y condenarlo, o sea, al margen que sabían que de todos modos lo apresarían de igual manera la idea de toda esta instrucción era hacer que las autoridades judías (el Sanedrín) carezcan de evidencias concretas al momento de apresar y juzgar a Pablo, porque si la acusación era de que Pablo enseñaba a todos a apostatar de la ley de Moisés al verlo hacer estos ritos de purificación tales acusaciones carecerían de valor, de hecho eso fue exactamente lo que ocurrió.
Entonces, si bien Pablo sabia que inevitablemente sería apresado en Jerusalén, de todos modos esto se llevaría a cabo por medio de un procedimiento que también Dios había ordenado, y todo este procedimiento sería declarado por medio de Jacobo, a quien Pablo, con todo y ser quien era él, se sujetó sin ninguna objeción, acatando cada palabra entendiendo que este era el plan de Dios.

Pero tal como se lo había declarado el Espíritu, Pablo fue apresado violentamente en el templo a los pocos días de estar en Jerusalén, unos judíos de Asia al reconocerle inmediatamente le prendieron y alborotaron a la multitud para que les ayudase, y al margen de que Pablo estaba actuando conforme a los designios y ritos de la ley de todos modos se presentaron tres acusaciones falsas contra él; 1) Le acusaron de que enseñaba a los judíos a abandonar sus costumbres 2) Le acusaron de ser un hombre que se oponía a la ley, lo cual era irónico ya que estaba en el templo guardando los ritos y leyes de la purificación 3) Y le acusaron de profanar el templo adentrando a uno de sus colaboradores (Trófimo) el cual era gentil. Tales acusaciones eran por supuesto falsas pero se proclamaron públicamente con el único fin de alborotar a la multitud y poder matar a Pablo con una causa digna, sin embargo el tribuno Claudio Lisas, quien era la máxima autoridad romana en Jerusalén ya que Felix si bien era el gobernador tenía su sede en Cesarea, éste (el tribuno) intervino en el alboroto y libero a Pablo de mano de los judíos y lo traslado encadenado a la fortaleza, pero por causa de la multitud de judíos que iban detrás de Pablo éste era llevado en el aire por los soldados, y con esto se cumplía la profecías de Agabo el cual había declarado como sería Pablo apresado en Jerusalén.

Defensa de Pablo y Relato de su conversión
Estando ya Pablo en mano de Claudio Lisas, le solicito el permiso para autodefenderse delante de la multitud de todas las acusaciones y éste se lo permitió, y a fin de calmar los ánimos comenzó su defensa en lengua hebrea, a fin de demostrar también que él era verdaderamente judío y que aun conservaba las costumbres propias de los judíos incluida la lengua hebrea;

Hechos 21:40 Y cuando él se lo permitió, Pablo, estando en pie en las gradas, hizo señal con la mano al pueblo. Y hecho gran silencio, habló en lengua hebrea, diciendo:

Hechos 22:1  Varones hermanos y padres, oíd ahora mi defensa ante vosotros. 2 Y al oír que les hablaba en lengua hebrea, guardaron más silencio. Y él les dijo: 3 Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.

Con tal identidad las acusaciones que se tejían contra Pablo quedaban en ridículo, ya que haber sido discípulo de Gamaliel era sinónimo de ser un judío estrictamente conforme a la ley. Una vez captada la atención de todos Pablo comenzó a relatar su conversión tal como le había acontecido sin obviar ningún detalle, sin embargo oyeron atentamente todo el relato solo hasta el momento en que Pablo declaró que Dios mismo le envió a los gentiles;

Hechos 22:17 Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un éxtasis. 18 Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí19 Yo dije: Señor, ellos saben que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti; 20 y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo también estaba presente, y consentía en su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban. 21 Pero me dijo: Vé, porque yo te enviaré lejos a los gentiles22 Y le oyeron hasta esta palabra; entonces alzaron la voz, diciendo: Quita de la tierra a tal hombre, porque no conviene que viva23 Y como ellos gritaban y arrojaban sus ropas y lanzaban polvo al aire, 24 mandó el tribuno que le metiesen en la fortaleza, y ordenó que fuese examinado con azotes, para saber por qué causa clamaban así contra él. 25 Pero cuando le ataron con correas, Pablo dijo al centurión que estaba presente: ¿Os es lícito azotar a un ciudadano romano sin haber sido condenado? 26 Cuando el centurión oyó esto, fue y dio aviso al tribuno, diciendo: ¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es ciudadano romano. 27 Vino el tribuno y le dijo: Dime, ¿eres tú ciudadano romano? El dijo: Sí. 28 Respondió el tribuno: Yo con una gran suma adquirí esta ciudadanía. Entonces Pablo dijo: Pero yo lo soy de nacimiento. 29 Así que, luego se apartaron de él los que le iban a dar tormento; y aun el tribuno, al saber que era ciudadano romano, también tuvo temor por haberle atado.

Cuando los judíos empezaron a hacer alboroto por causa de la declaración de Pablo de que;“Dios le había enviado a los gentiles”, el tribuno, a fin de calmar el alboroto tomo a Pablo y se proponía azotarlo (con el método romano) con el objetivo de forzarlo a confesar algún delito o aquello que tanto ofendía a los judíos. Sin embargo Pablo, sabiamente uso las leyes romanas a su favor evitando de este modo una injusticia. Pablo estaba dispuesto a padecer por causa del nombre de Cristo, pero no de manera absurda.
Esta cita nos aporta la capacidad que debe tener todo cristiano respecto del conocimiento de las leyes locales a fin de proceder sabiamente frente a cualquier situación que se padezca por causa de la justicia de Dios.

Pablo ante el sanedrín
Intrigado por la causa de Pablo el tribuno convoco al sumo sacerdote y todo el Sanedrín a fin de conocer cuál era la causa por la cual le habían apresado y a su vez permitir a Pablo gozar de un juicio justo

Hechos 22:30 Al día siguiente, queriendo saber de cierto la causa por la cual le acusaban los judíos, le soltó de las cadenas, y mandó venir a los principales sacerdotes y a todo el concilio, y sacando a Pablo, le presentó ante ellos.

Hechos 23:1 Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy. 2 El sumo sacerdote Ananías ordenó entonces a los que estaban junto a él, que le golpeasen en la boca3 Entonces Pablo le dijo: ¡Dios te golpeará a ti, pared blanqueada! ¿Estás tú sentado para juzgarme conforme a la ley, y quebrantando la ley me mandas golpear? 4 Los que estaban presentes dijeron: ¿Al sumo sacerdote de Dios injurias? 5 Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote; pues escrito está: No maldecirás a un príncipe de tu pueblo6 Entonces Pablo, notando que una parte era de saduceos y otra de fariseos, alzó la voz en el concilio: Varones hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo; acerca de la esperanza y de la resurrección de los muertos se me juzga7 Cuando dijo esto, se produjo disensión entre los fariseos y los saduceos, y la asamblea se dividió. 8 Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; pero los fariseos afirman estas cosas. 9 Y hubo un gran vocerío; y levantándose los escribas de la parte de los fariseos, contendían, diciendo: Ningún mal hallamos en este hombre; que si un espíritu le ha hablado, o un ángel, no resistamos a Dios. 10 Y habiendo grande disensión, el tribuno, teniendo temor de que Pablo fuese despedazado por ellos, mandó que bajasen soldados y le arrebatasen de en medio de ellos, y le llevasen a la fortaleza. 11 A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma.

Tres cosas muy importantes a destacar en este pasaje, primeramente la disculpa de Pablo sobre la ofensa al sumo sacerdote, la astucia para manejar la audiencia y la aparición del Señor Jesús en la prisión;
Primero; a pesar de que la orden del sumo sacerdote de golpear a Pablo era un abuso y una violación a la ley ya que ninguna ofensa había proferido Pablo en el inicio de su defensa, de todos modos, la respuesta que le precedió posterior a la orden de Ananías si lo fue una ofensa, llamar al sumo sacerdote “pared blanqueada” aunque en cierto modo era la pura verdad, de todos modos era considerado un desacato al juez, y esta fue la razón por la cual Pablo se vio en la necesidad de disculparse ya que no era correcto dirigirse de esa manera a quien estaba designado como principal del pueblo para juzgar a las personas. Ahora, cuales hayan sido las razones por la que Pablo no reconoció al sumo sacerdote pueden ser las siguientes; 1) Pablo no conocía al sumo sacerdote debido a su larga ausencia en, lo cual es algo raro, 2) o bien el sumo sacerdote no estaba con su vestimenta oficial de modo tal que Pablo no lo reconoció. De cualquier modo Pablo demostró ser una persona ubicada con la astucia suficiente para adecuarse a todo tipo de situación. Esto debe ser de ejemplo para todo cristiano ya que Jesús mismo enseño que el cristiano debe ser prudente como serpiente y sencillo como paloma casualmente en este tipo de situaciones (Mt 10:16).

Segundo; Pablo tomo el control del concilio y considero los argumentos correctos para revertir su situación, dicho de otro modo jugó con las palabras sin salirse de la verdad y ocasiono una disensión entre los mismos acusadores (entre saduceos y fariseos),  ocasionando de este modo que la audiencia se finalizada sin resolución y a su vez esto extendería el plazo del juicio. Esto fue sencillamente usar de cierta astucia tal como lo mencionamos arriba (sencillo como paloma y prudente como serpiente) Esto demuestra que la espiritualidad le permite a los cristianos en ciertas ocasiones ir un paso adelante.

Tercero; Estando Pablo detenido en la fortaleza romana (La Antonia) por la noche se le apareció el Señor Jesús para darle ánimo, y aunque algunos consideran que esto se trata de una visión, no obstante la palabra griega del texto original hace referencia a “aparecerse, o hacer presencia”,  y esto fue exactamente lo que paso, Jesús mismo se le apareció a fin de animarlo ya que todo este proceso de juicio y prisiones que recién había empezado tenia para mucho tiempo mas, Pablo debía enfrentar diferentes tribunales, y presentar su testimonio y defensa del evangelio frente a reyes y gobernantes y diferentes clases de personas, por tanto se precisaba de valor para no desmayar sino proseguir hasta el final

Pablo es enviado a Felix
Por último, como aquella primera audiencia no había quedado en nada y todo se encaminaba para que Pablo sea liberado, ciertos judíos maliciosos tramaron un complot para asesinar a Pablo a traición, sin embargo Dios no permitió que tal maquinación se lleve a cabo sino que descubrió el secreto y Pablo fue trasladado a Cesarea para que sea directamente examinado por Felix el gobernador de Judea

Hechos 23:12 Venido el día, algunos de los judíos tramaron un complot y se juramentaron bajo maldición, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubiesen dado muerte a Pablo13 Eran más de cuarenta los que habían hecho esta conjuración, 14 los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: Nosotros nos hemos juramentado bajo maldición, a no gustar nada hasta que hayamos dado muerte a Pablo. 15 Ahora pues, vosotros, con el concilio, requerid al tribuno que le traiga mañana ante vosotros, como que queréis indagar alguna cosa más cierta acerca de él; y nosotros estaremos listos para matarle antes que llegue. 16 Mas el hijo de la hermana de Pablo, oyendo hablar de la celada, fue y entró en la fortaleza, y dio aviso a Pablo. 17 Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: Lleva a este joven ante el tribuno, porque tiene cierto aviso que darle. 18 El entonces tomándole, le llevó al tribuno, y dijo: El preso Pablo me llamó y me rogó que trajese ante ti a este joven, que tiene algo que hablarte. 19 El tribuno, tomándole de la mano y retirándose aparte, le preguntó: ¿Qué es lo que tienes que decirme? 20 El le dijo: Los judíos han convenido en rogarte que mañana lleves a Pablo ante el concilio, como que van a inquirir alguna cosa más cierta acerca de él. 21 Pero tú no les creas; porque más de cuarenta hombres de ellos le acechan, los cuales se han juramentado bajo maldición, a no comer ni beber hasta que le hayan dado muerte; y ahora están listos esperando tu promesa. 22 Entonces el tribuno despidió al joven, mandándole que a nadie dijese que le había dado aviso de esto. 23 Y llamando a dos centuriones, mandó que preparasen para la hora tercera de la noche doscientos soldados, setenta jinetes y doscientos lanceros, para que fuesen hasta Cesarea; 24 y que preparasen cabalgaduras en que poniendo a Pablo, le llevasen en salvo a Félix el gobernador.

De esta manera Pablo sería trasladado desde Jerusalén a Cesarea, y su causa pasaría a manos de Felix el gobernador quien posteriormente le interrogaría y trataría su caso quedando detenido en esta ciudad cierto tiempo.

Conclusión
Ahora bien, Dios le había anticipado a Pablo desde el principio que padecería por causa del nombre de Cristo, esa fue la copa que Cristo puso delante de Pablo para que bebiera, y Pablo no rehusó tomar esa copa, lo cual significaba una vida con promesa de padecimiento, no hubo para él promesa de vida confortable ni tampoco ninguna clase de reconocimientos públicos y admiración, sino que a pesar de tan honorable labor para magnificar el nombre de Cristo cosecho desprecio,  tribulación y toda clase de aflicción, tan diferente a los ministros de hoy, los cuales se atribuyen la gloria de Pablo pero ninguna marca llevan en sus cuerpos por causa del evangelio, y además no están dispuestos a beber de la misma copa que el bebió; ¿quieres ser como Pablo? Entonces bebe de esta copa;

2°Corintios 11:23 ¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. 24 De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; 26 en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; 27 en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; 28 y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias.


La paz del Señor Jesucristo.-

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